Recreación histórica
La revuelta de los Irmandiños recrea un acontecimiento que tuvo lugar en el Castillo de los Templarios en tiempos del Conde de Lemos. Entre los años 1467 y 1469 el pueblo, cansado de la hambruna y los abusos de la nobleza, se rebeló contra esta y asaltó sus fortalezas, convirtiéndose en la mayor revuelta social de todo el siglo XV.
Los irmandiños atacaron posesiones de los nobles en tierras gallegas y bercianas, entre ellas el castillo de Cornatel y el de los Templarios de Ponferrada. El asedio de Ponferrada no llegará a prosperar gracias a la ayuda que el Conde de Trastámara presta al Conde de Lemos. Este ataque se saldó con varios desperfectos en el castillo, que fue reconstruido y mejorado en arquitectura defensiva en previsión de futuras revueltas.