La policía identifica en el desfile de autoridades a un grupo de activistas por el Estado laico
«Iglesia y Estado son asuntos separados», rezaban los carteles portados por media docena de personas que se apostaron al paso del desfile de autoridades y grupos folklóricos en la calle del Reloj.
La Policía Municipal procedió a identificar a los manifestantes, que pretendían poner de relieve el «anacronismo» que supone en un Estado oficialmente aconfesional según su Constitución mezclar actos políticos y religiosos en jornadas como el Día del Bierzo.
Los activistas aguardaron pacientemente en la calle del Reloj –entre comentarios de aprobación y desaprobación de los asistentes al desfile y la procesión– la llegada de las autoridades. Un cordón policial a la altura del Casin les separaba de la comitiva, encabezada por cuatro socialistas (el subdelegado del Gobierno, los presidentes de la Diputación y el Consejo Comarcal, y el alcalde de Ponferrada) y el popular Juan Carlos Suárez-Quiñones, que representaba a la Junta de Castilla y León.