[CRÓNICA] Turismo industrial Ponfeblino
JAVIER LAGO MESTRE| Asistimos al debate político y social sobre el futuro de la central térmica de Compostilla II. Por supuesto, apostamos por el mantenimiento del recuerdo de ese importante complejo industrial y minero. Las térmicas de carbón de Compostilla I (1945) y II (1962) tuvieron gran importancia en la producción de energía eléctrica para el Estado español en la segunda mitad del siglo XX. Los Gobiernos centrales han sabido valorar ese pasado industrial y, por eso, han apoyado varias restauraciones, casos de la central MSP y Compostilla I de Ponferrada.
Ahora demandamos la protección estatal para Compostilla II. Se trata de conservar lo que se considere oportuno. Esto puede acontecer con alguna de las chimeneas (de 270 y 290 metros) o las torres de refrigeración (109 metros). Todos recordamos las humaredas que ellas formaban cuando estaban a pleno funcionamiento, y que se divisaba a cientos de kilómetros. Incluso hoy disfrutamos de su esbelta silueta destacando sobre el mar de nieblas que cubre el Bierzo bajo. Compostilla II merece un espacio museístico que explique su desarrollo arquitectónico y funcionamiento en el pasado. No podemos olvidar su vinculación ferroviaria con los trenes carboneros, el teleférico que se deshacía de las cenizas en la escombrera, el parque de carbones, las cintas transportadoras de mineral a los hornos, etc. Además tenemos el embalse de Bárcena (1960) que ayudaba a la refrigeración del complejo. Jamás olvidaremos la memoria colectiva de los pueblos inundados de Bárcena y Posada del Río. Por todo ello este lugar debería ser la estación de salida del futuro tren Ponfeblino.
Aprovechamos la ocasión para volver en defensa del Ponfeblino. Este proyecto tiene unas potencialidades turísticas sin igual para las comarcas de El Bierzo y Laciana. Nos referimos a un turismo cultural de tipo industrial y minero. Para ello, partimos de Ponferrada. Las centrales térmicas de la MSP y Compostilla I tienen mucho que aportar sobre la explotación energética del carbón. En la última está presente el nacimiento de ENDESA en 1944. El museo ferroviario ya está consolidado. A ello añadimos los cargaderos de carbón del barrio de La Placa, cuyos muros y túneles no debieran desaparecer. Desde este complejo minero y ferroviario partieron cientos de trenes carboneros para los centros urbanos de Galicia y Castilla.
Ponferrada también destaca por otras obras hidráulicas. El embalse de la Fuente del Azufre, de donde parte el largo canal de regadío. Y cuanto podemos decir del desconocido canal de Cornatel (1960). Circula por debajo de la parte alta de la ciudad, presenta un sifón de amplia tubería y se introduce con un túnel (3.260 m) por debajo del monte Pajariel. Aguas que llegan al embalse de Campañana, para posteriormente pasar por canal hasta la central de Cornatel. En Ponferrada, a nivel social, cuantas microhistorias familiares se podrían contar de los habitantes de los barrios de la MSP, divididos entre cargos y obreros.
El proyecto Ponfeblino no se ciñe sólo a la capital berciana. En Santa Marina del Sil se puede disfrutar del pantano de Bárcena y de las instalaciones ferroviarias (puente, túneles, etc). Ya en Toreno hubo importantes explotaciones mineras. Esta villa intenta dignificar su pasado con la feria Carbontur, las carreras, andainas y sendas mineras. Cerca de Librán, tenemos la zona de Alinos, con lavadero y cargadero de carbón, de la mina Escandal. Tampoco podemos pasar por alto el importante canal que hay en la parte derecha del río. Canal de 11,5 kilómetros, que viene desde la presa de Peñadrada hasta la central de Santa Marina (cola de Bárcena). Se crea poblado de Peñadrada en contorna.
En el kilómetro 30 tenemos Matarrosa, con un importante cargue de carbón, el cual llegaba mediante teleférico desde Fabero (7 kilometros), de las empresas Moro SA y minas del Bierzo. Aguas arriba del rio Sil existieron otros cargaderos. El más destacado fue el de La Recuelga que se trata de restaurar. A este paraje llegaba otra línea de baldes (8 kilómetros) con carbones desde Lillo del Bierzo, de la empresa Antracitas de Fabero, para su trasvase a los trenes mineros. Incluso contaba con lavadero de Victoriano González (1940). Se establece poblado del Escobio con alojamientos mineros. Y el pozo Santa Cruz, en Páramo del Sil, también tenía un teleférico minero de 300 metros que cruzaba el Sil.
A nivel hidroeléctrico, destaca la presa de Matalavilla, de 82 metros de altura, y su galería de carga de 4.60 metros de diámetro, que lleva sus aguas a la central vecina de Las Ondinas (1966). Este embalse de Palacios del Sil, presenta un canal de 11 kilómetros que vierte aguas a la central de Peñadrada (1963). Este amplio y complejo sistema hidráulico del rio Sil ha evitado las históricas crecidas estacionales. Además de la continua producción de energía hidroeléctrica exportable para España.
Ya en Laciana encontramos el embalse de Las Rozas. La capital de Villablino no es el final del tren minero (62 kilómetros), pues tuvo dos ramales ferroviarios. Al este hacia Villaseca (7.2 km) y al oeste Caboalles de Arriba (8.4 km). La capital comarcal ofrece amplio patrimonio. La estación, la central térmica de MSP, el lavadero, talleres ferroviarios, barriadas obreras, etc. En la contorna, el castillete del pozo Calderón de Orallo, los cuarteles vivienda de Villaseca y demás.
Volvemos a Cubillos para hablar de las potencialidades que tiene su complejo industrial y minero. La estación ferroviaria como partida de trenes turísticos, el museo de Compostilla II, el embalse de Bárcena con barco fluvial, la villa de Congosto y el santuario, etc. El proyecto de Ponfeblino sigue esperando, mientras tanto no estaría mal poner en funcionamiento un bus turístico que recorriese la ruta arriba comentada por temporadas. Para ello tenemos patrimonio industrial, minero y paisajístico que mostrar a los propios y foráneos. El Bierzo merece la financiación adecuada después de ofrecer tanto carbón y duro trabajo minero. El cierre de minas, la contaminación (ecológica, aérea, hídrica y sanitaria) que sufrimos, la deforestación, el desempleo, etc merecen una compensación con un digno proyecto turístico Ponfeblino.
O Bierzo, decembro de 2022.