[EL PROTECTORADO] Inocentada no, nueva puñalada a los bercianos
AL RAISULI | Quédense con esta cifras mágicas, tan afinadas que a pesar de ser muy elevadas reflejan con total exactitud las decenas, unidades e incluso hasta los céntimos de Euro. Sin duda responden a un apabullante trabajo de orfebrería económica al que solo se les puede poner un pero, y el mismo es tan gordo que las convierte en absolutamente falsarias.
- Reparación Chimenea Grupo 3, reparación: 240.942,67 €. Mantenimiento a 25 años: 997.811,77 €
- Torre de refrigeración grupo 4 reparación: 3.092.451,52 €, Mantenimiento a 25 años: 5.316.651,35 €
- Torre de refrigeración Grupo 5, reparación;5.331.506,90 €. Mantenimiento a 25 años: 5.316.651,35 €
- Total: 20.296.015,60 €
Sin duda ya se habrán dado cuenta que son las empleadas para justificar, desbaratar y anular la declaración como BIC (Bien de Interés Cultural) a las Chimeneas y Torres de Refrigeración de la Central de Compostilla II clausurada y en proceso de desmantelamiento.
Vayamos al grano. ¿Esto, qué es? ¿Una inocentada del 28 de Diciembre fecha del informe PRELIMINAR, o una vez más una tomadura de pelo descarada a todos los bercianos y de paso a la propia inteligencia?
Nadie con un mínimo de conocimiento y sensatez se cree que un informe, preliminar por más señas, haya sido realizado y evaluado con tal precisión de manera tan contundente como apresurada. Nadie, salvo que esas cifras ya existieran para otra cosa distinta al objeto del informe, y les fueran filtradas interesadamente y sin matices a los autores del informe.
¿No será que esas cifras las ha proporcionado la propia Endesa? ¿Y si es así, porque no lo dicen? Tal vez repararon en que ese proceder de recabar y comulgar solo con los datos facilitados por el antagonista, no es el más adecuado deontológicamente para confeccionar un informe ajustado al objeto, veraz e independiente, y por ello optaron por no hacerlo público.
Les pidieron un informe para dar un uso post industrial de carácter cultural, social o expositivo a unas instalaciones clausuradas, y se descuelgan con uno elaborado para mantener la operación de la generación térmica de Compostilla II como si estuviera en marcha todavía quemando carbón. De chiste.
Lo primero que deberían tener claro esos técnicos es de qué se trataba el encargo que tenían entre manos, y eso lo saben hasta los parvulitos. Y una vez realizado ese trabajo, ajustado al objeto preciso, no confundir con una información espuria y parcial contaminada de una clamorosa falta de rigor. Se trataba simplemente de informar sobre la solidez estructural y del coste de mantenimiento de unas instalaciones fuera de servicio que no están sometidas a ninguna abrasión o condición crítica de funcionamiento.
Algo sencillo como certificar si iban a colapsar o no de manera inminente la Chimenea y las Torres de Refrigeración. También despejar la duda de si las perforaciones para albergar los explosivos habían causado un daño irreversible o se podían reforzar fácilmente con una lechada de cemento o resinas técnicas. Y finalmente, en todo caso, evaluar el coste de un tratamiento superficial de protección para abundar en una conservación correcta y asumible, y punto pelota. Ni más ni menos.
El mundo está cuajado de ejemplos de conservación para la posterior adaptación de Chimeneas y Torres de Refrigeración de antiguas centrales termoeléctricas a otros usos sociales, lúdicos, artísticos o culturales, y no existiría ninguna de esas instalaciones en pie si los costes de conservación y mantenimiento se aproximaran remotamente a los que dice el informe preliminar que costarían las de Compostilla II.
Ignoro la razón para abrazar y dar por buenas esas cifras disparatadas. Si es por dar el carpetazo a un asunto espinoso con una empresa poderosa que les puede traer problemas legales y económicos, o es que de verdad se creen lo de los más de veinte millones de euros; en todo caso la pasada es antológica. Creo sinceramente que al Consejero de Cultura, Turismo y Deporte le han colado un gol por la escuadra.
No está muy claro mercantilmente quién vendría obligado a pagar la factura del informe, si la Junta que lo encargó y no lo obtuvo ajustado al objeto concreto o Endesa que recibe todos los parabienes y beneficios del mismo sin limitación alguna. El comentario sobre la valorización de los residuos de la voladura, armaduras metálicas y hormigones a reciclar, es de aurora boreal. La empresa que tanto nos ama quiere sacar cacho hasta de la piel y el esqueleto del cadáver.
No obstante todo esto es muy raro y cada día los asuntos relacionados con Endesa ofrecen sorpresas insólitas hasta de las propias Administraciones Públicas. Un ejemplo es la conclusión innecesaria e impertinente con que remata la Junta el asunto tras decidir dejar volar Chimeneas y Torres:
“En este sentido la Junta sigue trabajando en contribuir a la soberanía energética de España mediante la búsqueda de nuevas formas y fuentes de explotación”
Evidentemente no sabemos a qué viene este speech de voluntarismo energético. El cometido encargado era evaluar la preservación de un bien del patrimonio arquitectónico-industrial berciano arraigado cultural y sentimentalmente en sus gentes. Dar bandazos como el que nos ocupa y dejar que se carguen una de las maravillas de nuestro pasado reciente va a restar más votos que los ganados cuando se paralizó la demolición.
Ya está tardando el Señor Consejero de Cultura en comparecer y despejar las muchas dudas que proyecta una decisión soportada en un informe de dudosa solvencia.