Morala da por agotado un mandato «estéril y dañino para Ponferrada»
El portavoz del PP ofrece «un cambio de políticas, más eficaces, más realistas y mejores para el empleo después de las elecciones».
A menos de cinco meses de la próxima cita con las urnas, el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Ponferrada ha efectuado este miércoles un balance del pasado año en clave electoral. Marco Morala considera que el 2022 «lamentablemente ni siquiera ha sido un año perdido para Ponferrada, porque es un año que va a contar y mucho para el futuro, pero lo va a hacer negativamente».
Los populares destacan que la primera nota de este balance «son los hechos objetivos, esos que no se pueden cambiar al antojo ni del Gobierno local ni de la oposición, porque responden a la realidad contrastada, para empezar por los organismos estadísticos del Gobierno socialista nacional». Por ello, subrayan que «el triunfalismo de Olegario es desmentido por la realidad y los suyos y no solo por el PP». En este sentido, subrayan que en 2023 no solo no se han creado empleos, sino que «se ha terminado de dar la puntilla a las existentes, como prueba el estado del comercio local. Menos gente, menos empleos, menos actividad económica y menos negocios en las calles de Ponferrada».
La situación que está dejando Olegario Ramón, apunta el PP en la segunda nota de su balance, «no es solo funesta para el presente, sino que se está cargando las posibilidades de recuperación inmediata en el futuro». En este sentido, Morala se pregunta «qué sociedad puede recuperarse de una crisis económica cuando no es atractiva para que se queden los mejor preparados y los más experimentados en un mercado laboral tan competitivo». En su opinión, «Olegario está expulsando de Ponferrada a las mejores generaciones y no consigue atraer a los de fuera. Es un lastre para el futuro que va a pesar sobre el trabajo de la siguiente corporación».
También creen los populares que Ponferrada se ha convertido en una ciudad «menos habitable, menos amigable, menos cómoda para transitar». En este aspecto, critican «la improvisación simultánea que afecta a la movilidad del transporte público, que afecta a unas calles colapsadas por obras que no terminan por haberse dejado para el final y a la vez con afán electoralista y con la amenaza del barullo de la Zona de Bajas Emisiones que no han terminado de aclarar ni consensuar con nadie y que tanto va a perjudicar a vecinos, profesionales y comerciantes. Si se le suma que no han cumplido los suyos en materia de infraestructuras de comunicaciones nada de lo prometido, Ponferrada es hoy una ciudad menos y peor comunicada».
«Ha llegado el año de un cambio de políticas»
«La cuarta nota son menos infraestructuras imprescindibles para el desarrollo futuro de la ciudad. No le hacen caso ni los suyos cuando pide, y si le llegan a dar algo, siempre es la mitad de lo necesario, porque para los socialistas Ponferrada no está en la agenda prioritaria y los presupuestos que son justos para nosotros están gastándose en otros sitios», abunda el PP en su balance.
En la quinta normal, señalan que Ponferrada es «una ciudad menos limpia, menos presentable y más descuidada, acorde eso sí con la desidia que caracteriza el Gobierno de Olegario Ramón. Las imágenes de contenedores desbordados y de suciedad en muchas calles y barrios abochornan a los vecinos, pero no parecen preocupar a un alcalde al que le molestan las cosas de la gestión. Le queda solo la renaturalización y el anillo verde a dedo inexplicado».
Para el PP, lo único que ha ido a más son «los alegres y despreocupados viajecitos del alcalde, que para sorpresa de nadie no consiguen los frutos que venden la única dimensión que le importa, que son las redes sociales». Y señalan que «a Olegario le pesa tanto la gestión que está en un continuo escapismo de la realidad. Ha llegado el año de un cambio de políticas que solo puede hacerse con un cambio de políticos, ha llegado el año de cerrar la política de improvisación y desidia de conseguir cada vez menos que caracteriza a Olegario». Como alternativa, asegura que ofrecerá políticas «más eficaces, más realistas y mejores para el empleo después de las elecciones».