[TRIBUNA] Disputas entre Consejo Comarcal y Diputación
JAVIER LAGO MESTRE | Asistimos a un nuevo conflicto entre el Consejo Comarcal de El Bierzo y la Diputación leonesa, en esta ocasión es por el pago de las pequeñas obras de las juntas vecinales. Bien sabemos que esa financiación está a cargo de la Diputación que es quien controla la tesorería. En el fondo la administración provincial es la que paga a las pedanías bercianas a destiempo últimamente . El Consejo berciano sólo gestiona el procedimiento de concesión.
Lo cierto es que ambas administraciones, provincial y comarcal, desde el principio han tenido relaciones complicadas. La Diputación ve a la Comarca como un competidor que cuestiona su poder territorial e institucional. De ahí que, desde León, interpretan cualquier traspaso, delegación o encomienda de gestión a la nueva administración como una pérdida de poder sobre El Bierzo. El problema está en que no quieren entender que nuestra Comarca institucional no tiene nada que ver con sus comarcas tradicionales.
Esta dinámica centralista de León viene de lejos. El partido Unión Leonesista (UNLE) declaró que la comarcalización berciana servía “en cierto modo a desmembrar la provincia de León en detrimento del leonesismo integrador” (1988). Posteriormente, las demandas bercianas continuaron ante la Diputación. Pues bien, su presidente, amenazó con plantear un recurso de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional. Este político leonés, en un pleno de la Diputación (marzo de 2000), se mostró contrario a cualquier traspaso o delegación competencial para El Bierzo. En su argumentario contrario se refirió a “la división institucional de la provincia de León” y “pretender que la Diputación se automutile competencialmente en beneficio del Consejo Comarcal”. Incluso censuró la palabra al propio presidente del Consejo Comarcal presente en aquel plenario.
Las resistencias a la descentralización no acontecen sólo con El Bierzo. Todos bien sabemos de los continuos fracasos a la comarcalización de Castilla y León. Los partidos de izquierda ya no la defienden como antes. Y las formaciones de derechas plantean una nueva ordenación territorial con nuevas unidades funcionales, urbanas y rurales, que carecen del consenso político adecuado para fijar un mapa general. Por su parte, el leonesismo sigue desconfiando del desarrollo competencial de El Bierzo. En el fondo no apoyan ni la Comarca y menos la reivindicación provincialista. Por ello algunos se atreven a proponer dos departamentos inconcretos, para León y El Bierzo (Iniciativa autonómica leonesa, 2021).
Quizás convenga recordar a la Diputación leonesa que la Ley de la Comarca (2010), en su artículo 9, se refiere a que esa institución provincial “podrá delegar en la Comarca de El Bierzo las funciones que tuviera atribuidas por el ordenamiento jurídico (…), y en especial las siguientes: la gestión del plan provincial de obras y servicios dentro del ámbito comarcal”. Por falta de voluntad política, hoy la dicha Diputación sólo ha cedido las pequeñas obras de las pedanías. Pero hay muchos más planes de obras que debería ceder, caso de fomento, empleo, cooperación municipal, fondo cohesión local, etc. Está muy claro que hay una política provincial antidescentralizadora.
Desde León siempre se trata de ocultar, en la medida de lo posible, cualquier problema territorial y político con El Bierzo. Recordemos que aquellos medios de comunicación bien sirven a quien los financia. Como era de esperar, el bicentenario provincial ha sido ignorado por la Diputación leonesa y por la Universidad de León. Aún así los bercianos hemos sabido un poco más de nuestras provincias bercianas de 1486 y 1821, por mor de las nuevas investigaciones historiográficas. Tampoco podemos pasar por alto el maltrato cultural que recibe El Bierzo. Así, el Instituto Leonés de Cultura y la Cátedra de Estudios Leoneses de la ULE fomentan el leonés, pero discriminan la lengua gallega de El Bierzo. Llegados a este punto, conviene decir que el presupuesto de dicho ILC es de más de 5,3 millones de euros para 2023, mientras que el del Consejo Comarcal berciano fue de 4,1 millones en 2022. Está claro que da igual quien gobierne las instituciones de León, sus políticas culturales siempre serán leonesistas en contra de los intereses específicos de El Bierzo.