Un estudio de David Gustavo López aporta un nuevo enfoque sobre las pinturas de Sésamo
La Revista de Antropología y Tradiciones Populares publica en su número 14 un artículo de David Gustavo López sobre las pinturas esquemáticas de Peña Piñera, en el que se referencian varias pinturas no mencionadas hasta ahora y se interpretan otras de forma distinta a la habitual.
En las conclusiones del artículo titulado Las pinturas prehistóricas de Peña Piñera (El Bierzo, León), para el que ha contado con la colaboración de miembros la Sociedad de Antropología, el autor recuerda que el yacimiento de pintura rupestre esquemática ubicado en Sésamo tiene pendiente de actualizar los estudios que hasta la fecha se han hecho sobre él, incluida la catalogación completa de las representaciones existentes y de su datación cronológica. No obstante, «se manifiesta como uno de los más importantes de España, tanto por el número de figuras como por la originalidad y casi exclusividad (p. ej. vacío en la cabeza) de algunas de ellas y por su valor antropológico y etnográfico».
López también señala que «queda mucho que hacer en cuanto al estudio cronológico del yacimiento, aunque se observa con claridad la existencia de varias etapas, determinadas principalmente por las características de sus antropomorfos, que van desde los más antiguos llamados en phi, que pudieran remontarse al Bronce Inicial, a los más modernos que aparecen junto a instrumentos agrícolas y tienen un vacío en la cabeza, los cuales pueden corresponder a etapas finales del Bronce o principios del Hierro. La distribución cronológica de las figuras, grosso modo, va de más antiguas, al sur, a más modernas, al norte».
Desde un punto de vista antropológico y etnográfico, el autor destaca que las representaciones de carros, forcaos y rastras que ofrece Peña Piñera «tienen una importancia sustancial para estudiar los modos de vida de las gentes habitantes de esta zona en el entorno del año 1000 a. de C., las cuales estaban dedicadas a la agricultura y poseían instrumentos y técnicas de laboreo avanzados, aunque las representaciones de ganado bovino como animal de tiro son escasas, centrándose más bien en cánidos, caprino y equino, La limitada representación de armamento nos habla también de gente autárquica y de carácter más bien pacífico».
Respecto al hábitat ocupado por los autores de estas pinturas, el autor advierte de que será necesario que esperar a que se realicen excavaciones en profundidad del castro de Peña Piñera, situado en la coronación de la montaña donde se halla el farallón rocoso de las pinturas. «El castro está rodeado por varias líneas de muralla, casi derruida, que totaliza algo más de dos kilómetros de longitud y encierra una superficie de 14 hectáreas. Unas primeras excavaciones realizadas en 2019 por los arqueólogos Feliciano Cadierno y José Carlos Sastrehan determinado ̈la presencia de nativos astures en un momento cercano a la invasión romana (año 26 a. C.), quienes también se instalaron aquí para explotar un filón aurífero que colinda con el farallón rocoso y de cuya excavación han quedado pruebas evidentes. Todo, hasta ahora y en este lugar, posterior a las pinturas más recientes», explica.