[UNA HABITACIÓN AJENA] Qué embarazoso
“Si el Evo pariera, el aborto sería despenalizado, nacionalizado y constitucionalizado”
(María Galindo. ¡A despatriarcar!)
“La total confianza en sí mismos que tienen para polemizar los totalmente ignorantes está, según mi experiencia, sesgada por el género. Los hombres me explican cosas, a mí y a otras mujeres, independientemente de que sepan o no de qué están hablando. La total confianza en uno mismo produce idiotas arrogantes”
(Rebecca Solnit. Los hombres me explican cosas)
NELLY BOXALL | Por mayo del pasado año avisaba en este mismo espacio de la deriva reaccionaria que veníamos observando en relación con el aborto. En aquella ocasión, como en esta, el agitador de turno fue el vicepresidente de nuestra comunidad, el señoro García-Gallardo, perteneciente a una familia burgalesa de abogados que -parece ser- ha defendido y defiende a la familia Ruíz-Mateos -vinculada muy estrechamente al Opus Dei- en sus innumerables correrías de ingeniería financiera y visitas a la cárcel. En la mencionada columna de mayo me permití recordar al señor Mañueco aquello de “quien con infantes pernocta, excrementado alborea” y debe ser que no me lee o, si lo hace, manzanas traigo. Si en aquella ocasión el integrante de Vox se mostraba escandalizado porque, y siempre según él, la ley del aborto permitía triturar niños con discapacidad, ahora va y ni corto ni perezoso saca de la chistera un protocolo sanitario en relación a los “servicios” ofertados a las castellano-leonesas embarazadas: derivación a salud mental de las mujeres «que lo requieran», una cuarta ecografía en el primer trimestre de embarazo para que los progenitores puedan escuchar el latido fetal y una ecografía en 4D antes de interrumpir el embarazo, similar al que Víktor Orbán impuso en Hungría, demostrando con este calco -una vez más- lo que significa tocar de oído y creerse un gran estadista, aunque el tema competencial no lo controle bien todavía. Y Mañueco y Feijoo desenfocados en pleno año de elecciones, envueltos en una situación de lo más embarazosa, gestionando con gran torpeza un chantaje y una deslealtad que deberían ser inadmisibles y que sonrojan a cualquiera con un mínimo de responsabilidad institucional (y sin ella)… si no fuera que posiblemente estén de acuerdo aunque con la boca pequeña nos digan lo contrario.
Las mujeres estamos muy hartas de que nos tomen como rehenes, de que nos utilicen como moneda de cambio, de que nuestros derechos y libertades estén siempre en la cuerda floja, haciéndonos pensar muchas veces aquello de “no vamos a menear mucho el tema por si…”, siempre con miedo, temerosas, recelosas y desconfiadas… a gata escaldada… No me cansaré de reivindicar la autogestión de nuestros abortos, ni de advertir sobre la maternidad deseada como trampa discursiva del elogio a la maternidad como libertad en sustitución de la maternidad como destino. Y así, pasito a pasito, volvemos a nuestra condición de vasija, recipiente, odre, sin voz ni voto, sin agencia en nuestra trayectoria vital, expuestas a la biología y a los imprevistos en un barco cuyo timón siempre manejan otros. Señor García-Gallardo, por favor, disfrute de su muy bien pagado cargo mientras le dure, lábrese una carrera por méritos propios sin tomar prisioneros, trabaje, y, si de verdad le importan los niños y las niñas, ocúpese del bienestar de los ya nacidos, incluso puede denunciar públicamente los numerosos casos de abusos sexuales y pederastia dentro de la iglesia católica y dejar de dar el coñazo.