Ponferrada dejó sin ejecutar el 75% de su presupuesto de inversiones
Ciudadanos califica de “propaganda electoralista” unas cuentas “carentes de credibilidad” y anuncia que no las apoyará.
El Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Ponferrada ha calificado el Presupuesto para el 2023 de “propaganda electoralista” y ha acusado al alcalde, el socialista Olegario Ramón, de “vender humo y de mentir reiteradamente a los ponferradinos”.
La portavoz naranja, Ruth Morales, ha reprochado al tripartito que lleve al Pleno un Presupuesto “carente de credibilidad”, como lo han sido todas las cuentas aprobadas por el actual equipo de gobierno que “se han incumplido en un elevado porcentaje”. “Sin ir más lejos, el ejercicio del 2022 supuso un incumplimiento del 37% en su conjunto, mientras que en lo referente a las inversiones previstas para ese año el incumplimiento llegó al 75%, es decir, 3 de cada 4 euros quedaron sin ejecutar”.
Además, la edil de Cs ha calificado como “puro teatro” las declaraciones del señor Olegario, ante los medios de comunicación, en las que aseguraba que las cuentas municipales incluían al menos una decena de las 23 propuestas realizadas por la formación naranja. “No nos han dado la oportunidad de hablar sobre nuestras propuestas, ni sobre la asignación de partidas concretas, por lo que cualquier coincidencia entre lo reflejado en el Presupuesto y las iniciativas de Ciudadanos es fruto de la casualidad”.
Así las cosas, Morales ha reconocido que su grupo no puede apoyar un Presupuesto que no haya sido consensuado con la oposición y que no incluya actuaciones esenciales para el desarrollo de Ponferrada. “No ha habido voluntad de diálogo. Las declaraciones del alcalde no son más que un intento de manipular la realidad”, enfatizó.
Finalmente, Morales ha lamentado que el presupuesto para 2023 suponga el inicio de un nuevo plan de ajuste, que se prolongará hasta el año 2028, y que se debe únicamente “al incumplimiento reiterado de las reglas fiscales por parte del Gobierno municipal, que lleva años incrementando los gastos ordinarios, sobre todo aumentando en casi un 50% los gastos de personal, (que han pasado de 17.250.000 € en 2018 a 25.632.000 € para 2023), mientras los servicios públicos se resienten, pierden calidad y la presión fiscal no ha dejado de crecer, con la imposición de nuevos tributos”.