Opositores al derribo de las torres de Compostilla piden amparo al Gobierno italiano
El embajador en España ha comenzado a recibir este lunes cartas en las que se solicita «evitar este sinsentido».
Riccardo Guariglia, embajador de Italia en el Reino de España., ha comenzado a recibir este lunes las cartas remitidas por bercianos que se oponen al derribo de las torres y chimeneas de Compostilla II, en las que se pide el amparo del Gobierno presidido por Giorgia Meloni y del presidente de la República, Sergio Matarella, para que insten a Enel a ordenar a Endesa «paralizar y declinar las voladuras de esas estructuras, dando así solución a un incidente tan innecesario como inexplicable».
Los firmantes de las mismas apelan al Estado italiano como propietario de la multinacional Enel, que a su vez es el accionista mayoritario de Endesa, «lo que es lo mismo que decir que el Estado Italiano es el dueño» de la eléctrica cuya privatización inició Felipe González y culminó José María Aznar.
«Los ciudadanos queremos conservar sin demoler unas estructuras de alto valor arquitectónico, cultural y sentimental para que permanezcan como un acervo histórico a heredar por las futuras generaciones. Esos hitos carismáticos son las torres de refrigeración y chimeneas de hormigón armado. Su conservación al igual que en otras instalaciones del mundo no representan un coste significativo al estar fuera de operación, pero Endesa en una actitud incompresible está empeñada en su voladura sin otra razón que vender la chatarra de las armaduras», explica el texto.
Carta al embajador de la República de Italia en España
Respetado señor Guariglia: le escribo desde el Bierzo, una pequeña región natural del Noroeste de España. Este lugar atesora un glorioso pasado vinculado al esplendor del Imperio Romano cuando el yacimiento aurífero de Las Médulas, hoy Patrimonio de la Humanidad, financió durante cientos de años esa gran gesta histórica. En pocos lugares como aquí la romanización fue más fecunda y ha llegado hasta nuestros días con mayor intensidad.
Dos mil años después aún somos acreedores a la vez que beneficiarios de esa época memorable que sigue asombrando a cuantos visitan el paraje y su ingeniería hidráulica, dando buena medida del talento y la grandeza de sus paisanos de la antigüedad. A lo largo de los siglos siguientes, hasta la reciente actualidad, nunca más el destino de nuestro terruño se cruzó con intereses provenientes de la península itálica.
Esa mencionada actualidad, reciente de apenas dos décadas, surge con la adquisición de la empresa española ENDESA por la multinacional Italiana ENEL que es su mayor accionista. Esta misiva, señor embajador, no tendría objeto si ENEL no fuera propiedad del Estado Italiano, que es lo mismo que decir que el Estado Italiano es el dueño de ENDESA.
ENDESA se fundó en el Bierzo y durante años hubo una total identificación entre empresa y población, empatía tradicional que hoy está quebrada. Pero la causa de esta carta no es la lamentación sino demandar algo justo que para su gobierno es fácil de conceder y para nosotros, los bercianos, transcendental.
Endesa en su proceso de descarbonización ha cerrado precipitadamente la Central de Compostilla II y está procediendo a su desmantelamiento. Esa central es para los bercianos mucho más que una térmica cualquiera, es el gran referente de nuestra reciente historia vinculada al modo de vida que fue la minería del carbón y la producción termoeléctrica, al igual que ha sido en Italia la Centrale Termoelecttrica di Santa Caterina en Cerdeña.
Compostilla II representa como ninguna otra instalación en la nación la conquista del progreso a través del suministro energético, y de eso los hijos de esta tierra nos sentimos muy orgullosos. No es nuestra propiedad lo sabemos, pero sí es un patrimonio emocional muy sentido que aunque no esté inscrito en un registro lo está en nuestros corazones y memoria colectiva.
Los ciudadanos queremos conservar sin demoler unas estructuras de alto valor arquitectónico, cultural y sentimental para que permanezcan como un acervo histórico a heredar por las futuras generaciones. Esos hitos carismáticos son las torres de refrigeración y chimeneas de hormigón armado. Su conservación al igual que en otras instalaciones del mundo no representan un coste significativo al estar fuera de operación, pero Endesa en una actitud incompresible está empeñada en su voladura sin otra razón que vender la chatarra de las armaduras.
Es impropio y contradictorio que una empresa del Estado que es el gran ejemplo mundial de la conservación del patrimonio histórico actúe con tal falta de acierto y consideración, desmereciendo así de la acreditada sensibilidad cultural italiana. Sería paradójico que fuera precisamente la Roma de hoy quien amparara una nueva versión de la barbarie.
Por tanto le pedimos que traslade nuestra urgente petición a quienes pueden evitar el sinsentido: Su Excelencia el Presidente de la República, Sergio Mattarella; Su Excelencia la Primera Ministra del Gobierno, Giorgia Meloni; y Excelentísimo Señor Ministro de Economía y Finanzas, Giancarlo Giorgetti, para que insten a que ENEL ordene a ENDESA paralizar y declinar las voladuras de esas estructuras, dando así solución a un incidente tan innecesario como inexplicable.
Esa sería la mejor noticia que podríamos recibir de los descendientes de aquellos legendarios antepasados que forjaron en el Bierzo una página imborrable. Esperamos y confiamos que actúen con la misma grandeza histórica de quienes les precedieron.
Con nuestro agradecimiento, reciba un cordial saludo.