[LOS GATOS DEL CALLEJÓN] Vueltas en la transición
OTRO GATO | La semana pasada, en un acto del PP sobre La España de los pueblos y la Europa rural, el señor Feijóo agradeció la presencia de sus ediles con una frase (de las que ya van caracterizando sus intervenciones) que vale la pena comentar: «Quiero agradecerle a las alcaldesas y los alcaldes rurales que no han venido aquí a contar lo que leen en los libros. Han venido aquí a describir lo que tienen que hacer todos los días: Y es tener vecinos más mayores y menos vecinos».
Y aunque la frase no es fácil de entender, si recoge perfectamente lo que se van a encontrar las personas que dentro de unos meses tengan que regir el destino de sus municipios: menos vecinos y más mayores.
Pueblos en los que la edad media de sus habitantes supera con bastante los 50; con pocas oportunidades para generar empleo que pueda fijar la escasa juventud que aguanta en el territorio o sumar a otr@s que quieran buscarse la vida fuera de las grandes ciudades. Y como una pescadilla que se muerde la cola, ante la falta de expectativas y de servicios la única decisión posible es marchar. Cuando los pueblos se conviertan en escombreras solo podremos certificar su defunción.
No hay nada nuevo en lo que decimos; el problema lo conocemos todos, incluido el Sr. Feijóo; tanto preocupa que, en muchos territorios de España se han creado plataformas y partidos políticos que intentan ganar visibilidad y fuerza para conseguir la actuación sostenida de las administraciones públicas. Iniciativas han existido y existen. Y para actuar en comarcas mineras como la nuestra, algunas son de largo recorrido como el Instituto del Carbón, que también tenía como función principal la de contribuir al desarrollo de las comarcas mineras. Y actualmente, su heredero el Instituto para la Transición Justa, (ITJ), (que sigue haciendo exactamente lo mismo). Pero, si con todo ello, el problema no solo permanece sino que se agrava deberíamos analizar las iniciativas que se toman, a luz de la experiencia adquirida, para no incurrir de nuevo en viejos errores….
Pues no; no nos parece que vayamos en la buena dirección, si repasamos los proyectos en los que el ITJ ha repartido recientemente un pequeño puñado de millones para una lista de proyectos que ha recogido este medio. En nuestra modesta opinión, muchos de ellos no están alineados con el objetivo principal de crear actividad económica y empleo y serán irrelevantes aunque a corto plazo tengan un pequeño impacto económico.
Además, machacando el mismo clavo, nos encontramos con una convocatoria de la empresa TRAGSATEC para incorporar a 52 titulad@s superiores que presten apoyo “en la dinamización de la participación de las Administraciones Públicas en el mecanismo europeo de Recuperación y Resiliencia”. Así dicho, parece otro discurso de Feijoo y menos inteligible aun por las siglas empleadas: MRR/PRTR. Podríamos decir, para aclararlo, que se trata de un intento para acercar las entidades locales a las convocatorias derivadas del programa de manera que se beneficien de las subvenciones y ayudas que se conceden. Pueden consultar la convocatoria en https://planderecuperacion.gob.es/.
Parece que la organización territorial existente no es suficiente para ejecutar todo el dinero que nos está llegando desde Europa a través de los fondos de Recuperación y Resiliencia.
Se supone que estas personas, a las que se exige una titulación superior y una experiencia notable, tienen que actuar como coordinador@s, o “antenas” que capten las señales de todos los ayuntamientos y suponemos que diputaciones provinciales de España.
La cuestión, como siempre, es si este mecanismo de las antenas, que recorrerán España como hormiguitas atómicas, es adecuado para conseguir esa querida dinamización. Y si los proyectos que se financiaran responderán a los mismos parámetros.
Nosotros creemos que, serán una vez más, artillería disparada desde una oficina ministerial, que quiere hacer cosas en los territorios, desconociendo su situación y sus necesidades. Es un mecanismo que solo puede ser parido desde “Madrid”, y su aparente ambición probablemente fracasará con una ejecución mediocre. Pero habrán pasado cuatro años, que es la duración del programa.
Y el resultado es que habremos perdido algo más valioso que el dinero, habremos perdido el tiempo; un tiempo que ya no tenemos si queremos evitar un deterioro irreversible.
Cabría preguntarse además, por qué no se dedica este esfuerzo a potenciar las estructuras existentes: los Grupos de Acción Local que están asentados y conocen la realidad del territorio. O, centrándonos en nuestra provincia y en nuestra comarca, por qué no se encomienda esa función a la Diputación, que se supone cuenta con una vicepresidencia para el Bierzo. O por qué no se utiliza al Consejo Comarcal, un instrumento con valor potencial muy elevado. O alguna de las fundaciones que existen en esta comarca, como Santa Bárbara, Médulas o la cuasi extinta CIUDEN. O a ciertos ayuntamientos de cabecera, como Ponferrada, Bembibre y Villafranca, que podrían reforzar sus recursos.
¿Consideran que estas instituciones no serán eficaces?, parece que no creen en ellas y como alternativa, siembran España de “antenitas” volantes…
Pero tal vez tengan razón: Pensándolo bien, quizás debamos compartir el diagnóstico de que esas instituciones no sirven; llevan tanto tiempo ausentes de la realidad y enfrascados en sus propias historias que una “antenita” adicional no cambiará su forma de pensar y de actuar. Y es que desde la desaparición de la minería y las térmicas, ¿Alguien recuerda alguna actuación de valor de la Diputación, el Consejo, o de CIUDEN, que habría sido recuperada precisamente para esto?
En fin, un disgusto.
Bercian@s, saludos a todos.