Las maquetas de Artebaida ofrecen en Espinoso de Compludo otra forma de conocer el Bierzo
Artebaida se encuentra instalada en Espinoso de Compludo y está integrada por dos grandes maquetas realizadas por Federico Fernández Rego (Fico), en las que invirtió alrededor de once años.
Pero todo este tiempo lo dedico únicamente a su construcción, pues antes de comenzar con ella llevó a cabo un estudio exhaustivo del desarrollo urbanístico de la Ponferrada del siglo XI, así como de las características constructivas de cada una de las edificaciones que aquí están representadas.
Presidiendo la gran sala, donde están expuestas las réplicas a escala, se encuentra la maqueta de Ponferrada en la que se representa fielmente la gran muralla que rodeaba y protegía la ciudad y el espectacular Castillo de los Templarios. Además, podemos encontrar las cinco puertas que daban acceso al interior de la misma: la Puerta del Comendador, la Puerta de Las Nieves, la Puerta Principal, la Puerta del ‘Paraisín’ fielmente reproducida la Puerta de las Eras, conocida como Torre del Reloj y la única de todas ellas que se conserva en la actualidad.
Otros edificios o rincones de la ciudad que son perfectamente identificables son el Palacio de los Condes de Toreno, hoy Museo de El Bierzo, que a lo largo de los siglos ha tenido otros usos como primer ayuntamiento o cárcel, y la única parte de la cerca medieval que todavía se conserva y que se encuentra detrás del Convento de la Purísima Concepción, justo enfrente del Museo del Bierzo. No podía faltar la Plaza de la Encina en la que se puede observar la primera Basílica de la Encina con la espadaña que todavía hoy se puede admirar, la Picota o Rollo de Justicia o el edificio desde donde las autoridades presenciaban las ejecuciones en la picota.
Una segunda maqueta está dedicada a las construcciones más características de esta comarca como los castros prerromanos, recintos amurallados con casas de techumbre de paja; las pallozas, arquetipo de las viviendas celtas en cuyo interior se escenificaba el universo en el que giraba la vida familiar al ser a la vez vivienda, establo y almacén; o las construcciones más cercanas en el tiempo y en las que se utilizaban materiales propios de la zona como la piedra, la pizarra y la madera.
Un viaje en el tiempo en el que se aprecian los cambios provocados por las influencias llegadas de otras culturas, como es la aparición de la teja en estas tierras de mano de los monjes mozárabes. Sin olvidarnos de los palomares, importantes por dos motivos, el primero por tratarse del correo de la época y el segundo por servir a la cría de palomas y tener así un alimento más para subsistir.