[TRIBUNA] Descubriendo el pastel de la despoblación
ASOCIACIÓN TERRA SOS-TENIBLE | Nunca hasta ahora el fenómeno de la despoblación ha estado tan de moda en la agenda social española y eso nos lleva a reflexionar al respecto. Uno se pregunta si este movimiento reivindicador es genuino y consecuencia del hartazgo de la gente por el manifiesto abandono al que se ha sometido a la población rural a lo largo de décadas o si esta moda persigue mover los hilos de ese hartazgo para pescar en río revuelto. Esa necesidad de discernir es genética en el mundo rural, pues si algo hemos aprendido los abandonados en todo este tiempo, es a desconfiar del sistema.
Veamos, el 31 de marzo tuvo lugar una gran manifestación en Madrid en la que unas cien mil personas de noventa colectivos de todo el país reclamaban atención para resolver el abandono territorial del mundo rural. El momento era perfecto, justo antes de las elecciones generales. Los convocantes y organizadores eran los conocidos veteranos de la despoblación Soria Ya y Teruel Existe, ocupando estos un espacio visiblemente hegemónico en el evento al que asisten destacados cargos políticos del PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos quien adelanta a sus rivales proponiendo un pacto de estado sobre despoblación. Finaliza la marcha con la lectura de un manifiesto a cargo de Manuel Campo Vidal, presentado por Inma Sáenz González.
Las oportunistas campañas electorales de los distintos partidos políticos tanto en las generales como en las municipales, a la caza del votante rural, nos recordaban el famoso film “El disputado voto del Señor Cayo” de Giménez-Rico (1986) en el que ya se trataba el problema de la despoblación. La única razón de este súbito interés y de la desenfrenada carrera por ser el partido que más ofreciera a los hastiados rurales, es que el voto rural supone un codiciado tercio de los escaños en el Congreso. Sin embargo, los resultados electorales no arrojaron mayorías netas para conformar gobierno por lo que ante otra eventual cita electoral, las plataformas de la despoblación seguían siendo un activo político a tener en cuenta.
En esta perspectiva Soria Ya, y Teruel Existe, que originalmente habían considerado organizar en solitario la manifestación del 31 de marzo, decidieron capitalizar la respuesta masiva e inesperada de otras asociaciones convocando una reunión el 22 de junio sin un claro orden del día, a la que asistieron contadas personas, y pese a haberse hablado de la creación de una Coordinadora Nacional de Despoblación, ésta no se llegó a crear, contrariamente a lo que se filtró a los medios para sorpresa de quienes allí habían estado. Concluyó ese breve encuentro con la propuesta de formar una comisión de plataformas para consensuar un texto de cara a su publicación y negociación con los partidos políticos. El 4 de septiembre Soria Ya y Teruel Existe, acompañadas de otras plataformas, mantuvieron una cita con Podemos, donde se presentó un documento de 16 páginas que no fue ni elaborado ni consensuado por las plataformas allí presentes. Documento que se les envió horas antes de la reunión sin el tiempo de estudiar detalladamente el contenido.
Ese documento con aspiraciones de manifiesto no era sino el guión pretendidamente reivindicativo de alguien más cercano al concepto del despotismo ilustrado del siglo XVIII resumido en la frase “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”, que del de democracia participativa del siglo XXI. Un guión excesivamente demagógico, contradictorio y paternalista, que a pesar de decir defender los intereses del mundo rural no cree en la capacidad de sus habitantes para decidir el modelo de desarrollo que quieren, sin necesidad de copiar modelos del sistema marca “OCDE” o aquéllos referentes a la estrategia de territorios y pueblos inteligentes (Smart Villages / Smart Territories) que se está promoviendo la Red Europea de Desarrollo Rural en ¡Escocia o Laponia! – No sabemos quién escribió ese guión, pero sí sabemos quién debió escribirlo y no lo hizo, la gente del mundo rural y las plataformas genuinas que lo representan, ya que no todas lo son. Las hay que bajo el paraguas de lo rural, de lo sostenible y de la despoblación, son lobbies políticos o empresariales, a la caza de réditos políticos, de subvenciones, de recursos naturales o de todo a la vez.
Viene siendo una constante en aquéllos que dicen querer luchar contra la despoblación, reivindicar el tópico de “territorios inteligentes”, directamente exportado por los países que manejan los hilos de la economía mundial. Hablamos de inteligencia artificial, claro está, basada exclusivamente en una tecnología importada, con dos años de garantía, en sustitución de la inteligencia natural que viene de serie con el ser humano y que se va con él. No hay nada más inteligente que defender la autonomía que le da a la persona la inteligencia natural ni menos inteligente que delegar esa autonomía en máquinas que piensan y deciden por ti, programadas para quedar obsoletas en unos meses. Adherirse a una tecnología determinada porque alguien con intereses creados dice que es el futuro, sin conocer el impacto de esta tecnología en la vida y el futuro de las personas es sencillamente de tarados. Porque si algo tiene la tecnología es que cambia por horas, con lo que en nombre de esa mejora sin límite nos convertiríamos en esclavos de esos chuches tecnológicos. Basta con ver nuestra relación con un solo artilugio como el teléfono móvil y sus variadas aplicaciones que secuestran nuestra existencia.
Quienes piden en ese documento sobre despoblación algo tan obvio como una igualdad real de derechos y oportunidades entre los ciudadanos rurales y los ciudadanos urbanos de un mismo país, especialmente en servicios básicos como educación, seguridad y sanidad, pasan seguidamente a proponer, por ejemplo, fórmulas orientadas a suplantar la presencia de un médico de carne y hueso en los consultorios locales, que pueda tocar a la gente y transmitirles la medicina gratuita del calor humano, por eso que en un lenguaje “colonializado”, denominan los autores del documento la “E- Health”, que no es otra cosa que la medicina ejercida a distancia por ordenador, en nombre de la inteligencia artificial, con la que algunos irresponsables piensan resolver todos los males pasados y futuros del mundo rural. Siempre que no haya cortes de luz, claro está. (Punto 4 epígrafe c) ). La puesta en marcha de esta pseudo sanidad a distancia no podría garantizarse, eso nos hacen creer, sin unas telecomunicaciones de última generación, como mínimo de ¡5G! Sin ni siquiera plantearse el impacto nefasto de esas tecnologías en la salud de las personas, científicamente documentado. Si bien una conectividad segura para las personas en base a la fibra óptica sería suficiente para tener al territorio y a las personas conectadas, el objetivo es dar salida a la tecnología satélite de corte militar, impulsada por el sector de las telecomunicaciones, pieza clave del entramado industrial civil militar.
Así las cosas no es de extrañar que en ese documento se denuncie el desmantelamiento de la presencia del Estado en el mundo rural con el cierre de cuarteles de la Guardia Civil, a lo largo y ancho del país, sin que aquí como en el caso de la sanidad, se proponga sustituir a estos efectivos del orden por tecnologías inteligentes de vigilancia y control de los individuos, que tanto abundan hoy día. Esto solo quiere decir que en los planes para el nuevo mundo rural por diseño, se necesita la presencia de las fuerzas del orden, incluso la presencia militar. A nosotros nos corresponde reflexionar por qué. No es la primera vez que se propone repoblar los territorios despoblados con militares. En Zamora lo saben bien. Alguien tendrá que explicar por qué razón un maestro o un médico son sustituibles por las tecnologías inteligentes y las fuerzas del orden no.
Hay frases tan esclarecedoras de esos planes ocultos para el mundo rural en el documento que más bien parecen lapsus mentis; al final de la página 11 nos encontramos con esta: “Las zonas escasamente pobladas deben ser prioritarias en la implantación del 5G, pues si lo que llega es tecnología ya superada, será imposible alcanzar de facto a las zonas más desarrolladas. En esta cuestión vital, hay que ser conscientes de que la brecha tecnológica hace más pobres a los ya pobres. Es obvio que alguien está moviendo los hilos de la despoblación en beneficio propio a base de demagogia cometiendo el gran error de subestimar a la población y su capacidad de discernir y decidir. ¿A quién le interesa iniciar una carrera contra reloj para alcanzar de facto a las zonas más desarrolladas, que no son precisamente el mejor referente de calidad de vida? Nosotros podemos entender que el mercado urbano de las telecomunicaciones esté agotado y que el verdadero mercado de la especulación está en el mundo rural, pero ¿puede alguien entender que tengamos ideas propias para estar comunicados sin tener que ser rehenes de carreras tecnológicas que quedan superadas a los pocos meses? Curiosamente, en la lógica capitalista por parte de las multinacionales en los sectores de servicios públicos de gas y telefonía, siempre ha prevalecido el criterio de “masa crítica”. O sea, que si solo hay cuatro gatos, la cosa no es rentable y no se hace. ¿Qué se cuece detrás del 5G y posteriores para que los cuatro gatos resultan rentables?
Otro de esos lapsus del documento es: “la rotación constante de profesionales afecta, innegablemente, a la calidad de los servicios. Al margen de posibles incentivos económicos para aquellos profesionales que se asienten de forma duradera en el medio rural, creemos que no existe mayor incentivo que la oportunidad de crecer en su carrera profesional. Para ello, y en la línea del punto anterior, el medio rural más despoblado debería de convertirse en un referente en materia de investigación aplicada, resultando un destino atractivo para muchos profesionales de campos como la educación, la sanidad o el cuidado de la población mayor. Esto desde luego suena más a experimentación con conejillos de indias que a una oferta de servicios estatales de calidad en cumplimiento del deber constitucional de garantizar a todos los ciudadanos los derechos fundamentales básicos.
Se habla de crear Agencias de Desarrollo Rural, al estilo de las que hay en Tierras Altas de Escocia, no politizadas, por personas que a todas luces están politizadas y que no han despolitizado a lo largo de los últimos 20 años el modus operandi de las instituciones en las que se mueven. Y (2) del refuerzo de las Cajas Rurales, a pesar de la historia de corrupción política que han protagonizado las cajas en todo el país.
En el citado documento no se ahorran esfuerzos por deshacer el trabajo de calificación de las Zonas Escasamente Pobladas que tanto esfuerzo costó, tratando de diluir la importancia de estas zonas en la atención especial que merecen en cuanto a la distribución de fondos y su carácter finalista, llevado a cabo por Pilar Burillo, en el marco de la Asociación Serranía Celtibérica. Este excelente trabajo de investigación, reconocido por instituciones como el Parlamento Europeo y el Defensor del Pueblo, genera un nuevo mapa de la despoblación que rompe con décadas de creencias falsas y que entraría en conflicto con el mapa del que han vivido los veteranos de la despoblación como Soria Ya y Teruel Existe, quienes prefieren no plantear diferencias netas entre mundos despoblados. El nuevo mapa de la despoblación extrema reclama recursos para paliar ese problema, pues es de cajón, que uno deba ocuparse de quien más lo necesita. No se trata aquí de entrar en guerra para competir por fondos entre territorios despoblados, se trata de ponderar los problemas y las soluciones de todos. En todo caso, los argumentos teóricos y prácticos del Profesor Burillo y de Pilar Burillo, son tan sólidos y brillantes como para que muchas plataformas y partidos hayan mostrado interés en ellos con el único fin de robarles esa propiedad intelectual sin equivalente, cambiando una sigla aquí y allí. La gente académica de una pieza, es presa fácil para los tiburones políticos y lobbies, pero al fin y al cabo nunca podrán copiar el espíritu creativo y audaz en constante renovación que anima a los que trabajan desde el corazón por el interés general.
En el empeño por conocer los entresijos entre bambalinas y saber quién es quién en todo este relato con el fin de entender los sutiles hilos con los que se teje el mismo, empezaremos por Doña Inma Sáenz González, veterana política del PSOE, quien hizo la presentación del lector del manifiesto de la marcha del 31 de marzo contra la despoblación, Manuel Campo Vidal; conocido periodista oscense, especializado en despoblación rural que desde su cátedra NEXT forma a cientos de periodistas en la materia. Pero Manuel Campo Vidal es mucho más que eso. Es el mayor accionista y consejero de Eurona, empresa especializada en inteligencia artificial, que participa en foros, mesas redondas, etc., sobre despoblación para vender las bondades de la inteligencia artificial y captar fondos de la despoblación para su empresa. En efecto estas mesas de despoblación serían un trampolín que serviría para desviar fondos europeos a las corporaciones de inteligencia artificial. Para muestra un botón. En el Foro Nacional de Despoblación, celebrado en Puebla de Sanabria, Zamora, el 25 de febrero de 2019, organizado por el gobierno de Pedro Sánchez, que contó con la participación de Manuel Campo Vidal, el ministro de Agricultura, la Comisionada del Reto Demográfico (despoblación) y la Red Rural Nacional, la mayor parte de los proyectos y programas presentados para combatir la despoblación, eran de inteligencia artificial, con la ayuda de corporaciones de telecomunicaciones y tecnología. Eurona estuvo representada doblemente, ya que también participó su directora de comunicación Cristina Amor (exdirectora de Comunicación en el Ministerio de Industria), por arte de las puertas giratorias, algo que parece mostrarnos un patrón: legislar desde dentro para luego hacerse con los fondos públicos desde fuera. En ese foro destacó también la presencia de Don José Bayón López, CEO de Enisa-Ministerio de Industria, moderando la mesa de despoblación e inteligencia artificial. Casualmente, en 2018, el Sr. Bayón López salió de GENERAL DYNAMICS (el quinto mayor contratista militar del mundo) donde fue responsable desde 2008, tras su paso por AIRBUS MILITAR. El sector de telecomunicaciones lo cubrió Telefónica con la presencia de Raquel Morito Robles, Jefa de Desarrollo de negocio en Marketing AGE “Defensa y Seguridad en Telefónica” con fondos FEDER para “ciudades inteligentes”. Eso no es óbice para que la Señora Morito se presentara en la citada reunión de plataformas del 22 de Junio, en representación de la Plataforma Cívica contra la despoblación “Apadrina un Olivo”, uno de cuyos jóvenes fundadores es al mismo tiempo el responsable del programa de agricultura inteligente de Bayer- Monsanto para España y Portugal. Este deplorable travestismo corporativo – asociativo tiene su raíz en la Cumbre de Río donde Maurice Strong, padre de la “sostenibilidad”, logró mezclar el agua con el aceite y “vender” a las corporaciones, con la bendición de los ecologistas, como portadoras de soluciones verdes en vez de generadoras de problemas.
Entendemos así las grandes lagunas de este guión y su sesgo militar, guión que desde luego no fue escrito precisamente para defender los intereses de los sufridos pobladores rurales sino aquéllos de empresas privadas, en sectores bien definidos como el energético, de telecomunicaciones y forestal.
Finalmente debemos preguntarnos qué papel juegan aquí las veteranas plataformas de la despoblación Soria Ya, Teruel Existe, y la benjamina Cuenca Ahora, recién creada por un exalto cargo socialista. Quién las financia y si trabajan para la despoblación en general como debiera ser, o para su despoblación particular, como parece ser. De los datos accesibles en internet para el proyecto interterritorial de Soria, Teruel y Cuenca, se aprecia una fuerte financiación del lobby empresarial de las CEOE, que a su vez reciben fondos europeos para la despoblación, y también de las CCAA de Aragón, Castilla y León, y Castilla la Mancha; además de los Grupos de Acción Local, y de las Cajas Rurales.
Estas plataformas en el documento presentado a Podemos el 4 de marzo, afirman: “¡Basta! a este estado de cosas que nos conduce a la desaparición, expresamos aquí la profunda determinación de los movimientos ciudadanos, los agentes sociales y las asociaciones, y los grupos aquí reunidos de llegar hasta donde haga falta para cambiar el actual estado de las cosas. Lo que nos lleva a advertir que si la acción política durante esta Legislatura que se inicia no evidencia una voluntad real ‐ manifestada en los sucesivos Presupuestos que deben aprobarse‐ de buscar solución a esta crisis estructural territorial, reiteradamente denunciada, priorizando la cohesión y el reequilibrio territorial de España, seremos capaces, y que no quepa la menor duda de que lo seremos, de articular una respuesta firme, estable y permanente. – A esto se le llama órdago. Un órdago que presupone la creación de un partido político cuya marca “La España Vaciada” ya está registrada. Pero uno se pregunta, ¿pueden estas plataformas pretender liderar el movimiento de evidente hartazgo de la población rural para convertirlo en una respuesta política eficaz cuando en sus más de 20 años de existencia no encontraron la fórmula mágica que no dejaba de ser la misma que ahora proponen? Es cierto que la veteranía es un grado, pero solo lo es si la acompañan los resultados. Algo que aquí no sucede. Por último cabe preguntarse si el próximo partido en ciernes será una marca blanca de la izquierda con su suma de mareas. Mal nos iría a los abandonados del mundo rural si así fuera. Porque con estos mimbres no se pueden hacer los cestos que necesitamos para sembrar y recoger un nuevo futuro.
Sin ánimo de recorrer todas las cuentas de este rosario, es preciso dejar claro que desde el principio en este movimiento nos hemos opuesto al concepto inapropiado de la España Vaciada, proponiendo el uso de términos más acordes como el de la España Abandonada. Algo que según los autores del término resulta imposible en base a que la España Vaciada ¡es una marca! Es como decir que los errores de una fórmula magistral no se pueden corregir si está patentada… Esperemos que este documento que han entregado el día 4 a Podemos las Plataformas de Soria Ya, Teruel existe, y Cuenca Ahora, no se haya patentado porque hay mucho que corregir tanto en las formas como en el fondo.
Las plataformas rurales no queremos ser moneda de cambio para ningún partido político. Ni queremos que nos manipulen ni que diseñe el futuro de nuestra tierra a espaldas nuestras. Este documento cae en el estereotipo de potenciar la Imagen en detrimento de la Identidad. Y es que el mundo rural tiene una identidad propia y única de la que estamos orgullosos y a la que no vamos a renunciar sus moradores, todo lo contrario, la vamos a potenciar. Desde esa identidad somos los actores y hacedores de nuestro destino. No necesitamos intervenciones paternalistas por parte de instituciones ni de sus enviados, si no la atención y el respeto a nuestros derechos constitucionales en igualdad de condiciones que otros territorios. Sabemos lo que queremos y también lo que no queremos. Queremos planes estratégicos de desarrollo interterritoriales y complementarios elaborados por nosotros mismos en base a nuestro conocimiento del medio, queremos que esos planes no se politicen y sean vinculantes para los alcaldes presentes y futuros con independencia de sus siglas políticas, queremos que las ayudas a las zonas rurales sean finalistas y gestionadas por los propios beneficiarios, no por lobbies se llamen como se llamen; queremos tener la autonomía local que nos concede la Constitución Española; no queremos ser divididos en colores políticos si no estar unidos en torno a nuestros objetivos y competencias, no queremos ser el disputado voto del Señor Cayo cada cuatro años para consolidar a una u otra fuerza política durante una legislatura en la que se nos ignora de la peor manera, mandato tras mandato; no queremos ser el laboratorio abierto de la biotecnología, ni de la inteligencia artificial, ni de la geoingeniería que se está llevando a cabo en el marco de programas de manipulación del clima para supuestamente mitigar el calentamiento global, y que destruye no solo los patrones climáticos de los que depende el mundo rural para garantizar la soberanía alimentaria, la calidad y la seguridad de la alimentación, además de la salud pública, sino que también destruye el medio ambiente y el suelo, usándose esta tecnología como herramienta para desposeer a los rurales de sus tierras en consecuencia improductivas. No queremos tecnologías inteligentes si esas tecnologías nos desposeen de nuestra más preciada salud, libertad y autonomía. La tecnología debe estar al servicio de la humanidad y no lo contrario. No queremos que nos digan lo que tenemos que ser de mayores, porque ya somos mayores y sabemos lo que queremos y lo que no queremos.
En realidad, la verdadera razón de la despoblación hay que buscarla en la geopolítica del poder como Terra SOS-tenible afirmó en su artículo Despoblación y Geopolítica, publicado en El Día de Zamora el 26 de abril; la despoblación del territorio por diseño, es una táctica del sistema para asegurarse el control de los recursos globales con el fin de alimentar el irracional modelo de desarrollo capitalista sin oposición alguna. La respuesta a esta situación no es un pacto de Estado, como proponen algunos, con los mismos poderes políticos que colaboran con las instituciones globalistas desregulando el sector para facilitar el acceso de las multinacionales a los bienes comunes, como es el caso de los numerosos permisos mineros a cielo abierto que se están concediendo en todo el país a simples conseguidores especulativos que después los venden a multinacionales canadienses, estadounidenses, chinas o australianas. La respuesta debe ser política y contundente, pero con mimbres genuinos y libres de hipotecas.