La pedánea de esta localidad perteneciente al municipio de Arganza, Begoña Bao, afirma que los vecinos del pueblo alertaron a la Junta Vecinal de que se habían retirado, supuestamente la noche anterior a la celebración del rallye, los reductores de velocidad instalados hace escasos meses por la pedanía con cargo a la subvención para entidades locales del Consejo Comarcal, y cuyo coste fue de cerca de 3000 euros.
Después de varios días esperando y tras comprobar que no se habían recolocado, se contactó con la organización del rally para hacerles saber la situación y, ante su negativa a hacerse cargo de los daños ocasionados, desde la Junta Vecinal se ha procedido a presentar la denuncia. “No se trata de volver a colocarlos simplemente con sus tornillos, si no que algunos de ellos fueron arrancados y las piezas están completamente inservibles”, aseguran.
La Junta Vecinal lamenta profundamente la forma de actuar de estas personas, “que venden a bombo y platillo una actividad lúdica sin hacerse responsables de los daños que ocasionan”, y aseguran que utilizarán todas las herramientas de las que dispongan “para exigir a esta organización que se haga cargo de los gastos de reemplazo y recolocación de los reductores, así como de los costes legales necesarios para defenderse en los tribunales”.