Un sector del PSOE de Cacabelos culpa a Morán de la crisis orgánica e institucional
La dimisión de Junior Rodríguez se produjo tras constatar que no contaba con el apoyo de la dirección para repetir como candidato.
La crisis institucional vivida en los últimos meses por el Ayuntamiento de Cacabelos, con la dimisión en cadena de todos los concejales socialistas y finalmente del propio alcalde, Junior Rodríguez, tiene su origen en la oposición de la cúpula del partido a que el regidor asumiera la secretaría general de la agrupación local y a que repitiera como cabeza de lista del PSOE en las elecciones municipales de mayo de 2023.
Un documento que circula entre los afiliados cacabelenses –al que ha tenido acceso BierzoDiario– sitúa en el vértice del supuesto contubernio al presidente de la Diputación y alcalde de Camponaraya, Eduardo Morán, secundado por el presidente de la gestora, David Voces, con el respaldo del secretario provincial, Javier Alfonso Cendón, y la complicidad de un sector de la agrupación cacabelense.
El análisis difundido por afines al anterior equipo de Gobierno de Cacabelos asegura que al alcalde «se le empieza a coartar la posibilidad de repetir como candidato del PSOE» en mayo de 2022 y señala directamente a David Voces, presidente de la gestora en Cacabelos, Eduardo Morán, «y un grupo de militantes, antes enemigos entre sí y ahora unidos por intereses de negocio y para la configuración de la próxima lista electoral». El objetivo, apostilla, «era claro, eliminar políticamente a Junior Rodríguez».
En ese contexto, Rodríguez tampoco era bien visto para asumir la dirección de la agrupación, que correspondía renovar en julio de 2022. Su intención de incorporar a la ejecutiva a Vicente Morán habría sido el detonante, ya que «lo aceptaba Javier Alfonso Cendón, pero no Eduardo Morán, David Voces e Irene González». Se lanzaron entonces los nombres de Fidel Ordás y de Silvia Hernández como posibles alternativas a la secretaría general, pero ninguno llegó a cuajar y a día de hoy la agrupación sigue regida por una gestora desde hace ya 16 meses.
Sin asambleas desde hace un año ni consulta sobre los pactos
Las dimisiones en cascada de concejales socialistas se atribuye a que se sentían «ninguneados y olvidados por el partido a todos los niveles, sin apoyo orgánico ni institucional». Según esta versión, Irene González rehusó en principio aceptar el cargo de concejal pero posteriormente –y supuestamente para impedir que entrara Vicente Morán en el consistorio– «se enroca casi dos meses en el silencio, no aceptando o rechazando el acta de concejal con el objetivo rotundo de desestabilizar y desesperar a Junior Rodríguez provocando de manera calculada su dimisión».
Tras la salida del alcalde, «se transmite a Vicente Morán de manera indirecta y, a través de una tercera persona, que tiene la autorización del PSOE para exigirle que no recoja el acta de concejal si aun le quedase algo de dignidad». Y se detalla que «diez largos días después de la dimisión de Junior Rodríguez, y sin ningún tipo de contacto previo de ningún cargo orgánico del PSOE, se contacta de trámite y por teléfono desde la presidencia de la gestora con el último candidato de la lista, Vicente Morán, y con el resto de suplentes, preguntando escuetamente si recogen el acta o no en ese mismo día, sin margen de maniobra o información, instándoles a que tomaran la decisión en segundos». Una maniobra «calculada» para que pudiese acceder al consistorio Javier Valentín, «hombre de confianza de Eduardo Morán, David Voces e Irene González».
El documento también destaca que «desde hace más de un año no se ha convocado ninguna asamblea de militantes por parte de la gestora local» y que a Junior Rodríguez «se le prohibió taxativamente en una reunión semanas antes de su dimisión por parte del secretario provincial Javier Alfonso Cendón, y de los miembros de la gestora David Voces e Irene González, llegar a ningún pacto de gobierno con PSLF (Socialistas por Cacabelos) para terminar el mandato. Asimismo, se le habría exigido que revisase el pacto con IU, «con la intención de romperlo» y continuar el PSOE en solitario hasta mayo de 2023.
Sin embargo, señala el informe «después ha venido lo que todo el mundo conoce, y esas condiciones al exalcalde quedaron como se puede comprobar, en agua de borraja». Por otro lado, critica, los militantes de la agrupación del PSOE «no han sido informados o consultados por el pacto acaecido en el Ayuntamiento de Cacabelos entre el PSOE y la escisión de este», en alusión al PSLF.