Los huelguistas redoblan la presión sobre el alcalde por su connivencia con la empresa
La plantilla de FCC lleva sus protestas a la inauguración de las obras de remodelación de la avenida Monte Medulio.
Los trabajadores de la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basura de Ponferrada, que este domingo cumplirán dos semanas de huelga, han vuelto a llevar sus protestas a un acto del alcalde, Olegario Ramón, al que reprochan su connivencia con la empresa FCC. Esta mañana, los manifestantes se han desplazado con sus pancartas –con los lemas «FCC condena al personal de limpieza y recogida de residuos de Ponferrada y el Ayuntamiento lo permite» y «Por un convenio y subida salarial digna para el personal de limpieza y recogida de residuos de Ponferrada»– a la inauguración de las obras de remodelación de la avenida Monte Medulio.
La plantilla inició el jueves estas concentraciones que amenazan con salpicar todas las inauguraciones previstas por el alcalde hasta la convocatoria de las elecciones haciendo acto de presencia en la apertura de la glorieta del Bicentenario, más conocida ya como de Tarsicio, en la confluencia de las avenidas de Compostilla y Reino de León. Los manifestantes incordiaron al regidor y su séquito durante todo el acto, acusándole megáfono en mano de ponerse de parte de la empresa y no mirar por los trabajadores. «Ni es socialista ni es obrero» y «Olegario Ramón, defiendes al patrón» fueron los gritos más repetidos.
El comité de huelga anunció este viernes que denunciará judicialmente tanto al Ayuntamiento de Ponferrada como al concejal delegado de Personal y Seguridad Ciudadana, José Antonio Cartón, por daños y perjuicios. La causa, según señala, son las acusaciones de manipulación de los contenedores, desplazándolos fuera de su ubicación habitual, que han recaído sobre trabajadores de la concesionaria.
Los huelguistas consideran que «la conducta del ayuntamiento, haciendo uso del poder que ostentan, se asemejan a tiempos pasados en los que personas cuyo único delito era pensar diferente eran señalados y condenados sin necesidad de prueba alguna, de aquellos tiempos queda un mal recuerdo y algunos herederos parece que se han instalado en los sillones municipales». Y entienden que el equipo de Gobierno «está haciendo el ridículo» y que su forma de actuar «merece el desprecio y la condena de toda la sociedad berciana».