[REVISTA] La destitución mágica de las antorchas que se apagan
Todas las encuestas realizadas en Ponferrada, cuatro que sepamos más las que Olegario guarda en un cajón, ya no sirven para nada. El escenario cambió bruscamente a mediodía de ayer, cuando se conoció que Samuel Folgueral renuncia a presentarse a la alcaldía de Ponferrada por motivos profesionales.
Más allá (o más acá) de Vigo, Folgueral y los suyos eran conscientes de que habían perdido el favor de Ismael Álvarez y de que esa circunstancia iba a complicar sobremanera su supervivencia. Así que USE ha preferido hacer mutis por el foro, como la propia IAP o antes el MASS. Quedarse fuera de la corporación hubiera sido un golpe demasiado duro para el descomunal ego de quien proclamó en 2015 (lo reproducimos con las erratas, que es más divertido): “Miró para acá y piro para allá y no veo a nadie capaz de llevar la antorcha, la luz al municipio”. De inmediato, Ramón sugiere que «los que dieron un paso atrás junto a Folgueral vuelvan a confiar en la casa de la que surgieron». Que no se haga muchas ilusiones.
Todos quieren pescar en ese caladero, así que en las próximas encuestas habrá que estar atentos sobre todo a la transferencia de voto entre partidos. Con esta baja de última hora quedamos en 13 listas (récord de todas maneras), aunque podrían ser 12 si Ciudadanos finalmente no da el paso o incluso otra vez 14, porque Los comunistas presentan un documento histórico en Ponferrada de la mano de su Secretario General. No parece que el Partido Comunista de las Tierras de España vaya a concurrir a las municipales en la capital berciana, pero tampoco lo descarten si encuentran voluntarios suficientes en el acto que celebran mañana a las 18.30 en la sede de CCOO.
Habrá que estar atento a la transferencia de voto en las encuestas
Dicen que Olegario ganó el pulso de la huelga de basuras, pero se equivocaría de plano si piensa que no se ha dejado pelos en la gatera. Los trabajadores, acaso un tanto ingenuos por creerlas, no han olvidado las promesas de una municipalización que nunca llegará. El viraje tampoco es que nos sorprenda, ya nos advirtió Churchill (el auténtico) de que “algunos cambian de partido para defender sus principios, otros cambian de principios para defender su partido”. Ni siquiera nos asombra ese fervor religioso tan profundo. No le llega con el atracón de desfiles que se ha pegado en Ponferrada, también tiene que acudir a la Multitudinaria procesión de la Virgen de la Quinta Angustia en Cacabelos.
Después de la amarga derrota del domingo ante el Leganés, La Ponferradina destituye al entrenador David Gallego a falta de siete jornadas. Horas después se anunció que La Ponferradina confía en Juanfran García para que repita la hazaña de Lugo, al que salvó en las últimas seis jornadas con cuatro victorias y dos empates. Un balance similar podría obrar el milagro. O no. El caso es que no se repita lo sucedido en 2016, cuando al final del campeonato tuvo que reconocer el entonces entrenador de emergencia Rubén Vega: «Teníamos fe ciega y no pudo ser». De momento, Comienza la era Juanfran en Ponferrada y la primera cita es el sábado por la noche en Burgos.
Ha muerto Dragó, que era inmortal, y aunque los jóvenes quizá le conozcan por sus extravagancias (la última como mediador en la moción de censura de Vox), los de cierta edad conservamos aquel polémico, colosal y provocador mamotreto publicado en 1978 con el sugerente título de Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España.