[EL PROTECTORADO] Sicarios de la transición justa
AL RAISULI | Incentivar que se arranquen los viñedos y frutales de primor del epicentro vinícola del Bierzo para sembrarlo de paneles fotovoltaicos mientras se despilfarran millones de euros en convertir la Gran Corta de Fabero en un lujurioso jardín del edén, define la casta de psicópatas que nos gobiernan.
O que nos han gobernado hasta ahora, porque parece que tras el revolcón de las municipales y autonómicas esa banda de ramplones ecocidas tiene los días contados. No habíamos tenido bastante con el ensañamiento aislacionista que infligió Zapatero, al que pelotean hasta el vómito ciertos paisanos, como para que además le hayan puesto a huevo a la Ministra Ribera la destrucción sistemática de nuestra naturaleza.
Los que lo han propiciado y consentido con su actitud pasiva e indigna no son ni mucho menos los miembros del ultra capitalista Club de Bilderberg o sus franquicias patrias, no. Son mucho más cercanos y conocidos con nombres y apellidos, machacas locales que no han dudado en asesinar a su tierra por cuatro putas monedas.
Ni atisbo de autocrítica, ni la menor reflexión sobre el mal que favorecen, ni el mínimo síntoma de arrepentimiento. Campanudos ellos, prefieren medrar lamiendo culos que defendiendo los intereses colectivos de los bercianos. Con su inhibición claudicante han logrado que se consolide esa estafa sectaria y descerebrada llamada Transición Justa, cuyas secuelas padecerán injustamente las generaciones venideras.
No creo que si los arrasan del mapa político haya un motivo para tocar a duelo. Fulanos así es mejor tenerlos cortando el cupón que facilitando barbaridades sin pestañear. Ya sé que me van a decir que soy un fascista, o algo por el estilo, que opinando así pongo puente de plata a la derecha reaccionaria. Solemnes gilipolleces.
Aquí no se apuesta ni se pretende adivinar los quebrantos que puedan ocasionar los mandarines del mañana,, simplemente se da la caña que merecen los que han puesto el futuro del Bierzo en almoneda. Y por si no fuera suficiente esa desgracia, todo apunta que la corrupción campea de nuevo.