[LA PIMPINELA ESCARLATA] Ya estamos decepcionados con Morala
EDUARDO FERNÁNDEZ | Lo que tenemos los progres es que marcamos la tendencia universal en todo: las series que ver, la ropa que ponerse, las chuchadas veganas que comer y las políticas públicas que aplicar en Ponferrada, en Bruselas y en Washington. Nuestra opinión es la opinión, y lo demás son rollos. Y ya estamos decepcionados con Morala. Lleva cuatro días en el cargo y todavía no hemos notado el incremento de la natalidad, que haya vuelto a funcionar Compostilla, que esté resuelto el gravísimo problema de contaminación ambiental que ha justificado la Zona de Bajas Emisiones, y lo que es peor, que ignorando los multitudinarios deseos de los ciudadanos de Ponferrada, no haya puesto aún un parklet en cada puente. Si es que se veía venir, con la derecha no hay manera.
Hay que movilizarse. Con contundencia, cargados de razón como lo estamos, porque vamos ya camino de una semana y aquí solo se ha visto una subvención para la Tebaida, que es una cosa nimia en comparación con los miles de puestos de trabajo generados en el anterior mandato por la transición ecológica. No queda más remedio que movilizarse. Lo que pasa que los progres somos muy nuestros y estamos en la duda de si es mejor una huelga general o salir a manifestarnos. No voy hurtarles mi opinión, yo creo que es mejor tomar las calles, porque para la huelga general no nos faltarán razones cuando hayan pasado dos o tres días del cambio de Gobierno de la Nación, y así tendremos el pack completo. Porque lo primero que va a hacer la derechona es suprimir alguno de los tropecientos ministerios que hay, y eso va a ocasionar un paro terrible. Y claro, la gente no se contiene en Flores del Sil, ni en los Barrios, ni en Columbrianos. Ni una más vamos a pasar, que luego se crecen y la derecha cierra las térmicas, quita el Museo Nacional en el mausoleo blanco de la Ciuden, sube las tasas, sube la inflación, sube la luz y espanta la población, y eso ateta contra los logros del último mandato.
¿Qué haremos con alguno de los esforzados del jarabe democrático? Claro, lo que tenemos también los progres es que dominamos la narrativa. Que alguien con trayectoria de años pasase de la política a la empresa eran puertas giratorias. Malo, nene, malo. Que te coloquen ahora por dejar escaño o concejalía es otra cosa, porque esas puertas no giran, sino que se enchufan. Cuando cambia un gobierno municipal también hay quien apunta expectativas que no se podrán cumplir y quien tiene que ahuecar despachos. Vamos a ver algunos movimientos interesantes en el Ayuntamiento de Ponferrada y en la Diputación. Conviene recordar que quienes han dejado fuera a las campeonas de la igualdad municipal son los ciudadanos -y las ciudadanas- en las urnas, porque pasado mañana habrá sido la pérfida derecha y sus maniobras. La próxima que acecha, será contra la universidad feminista, que tanto bien ha hecho al desarrollo de los barrios y pueblos ponferradinos. Mientras, todavía no se han apagado los ecos de las sonrisillas por la desaparición de la aritmética local de algunos/nas que han apuntalado con sus votos a un olegarismo en horas bajas que, paradójicamente, se ha aprovechado en el resultado de la desaparición de las socias declaradas y el socio no declarado.
Les confieso que a mí hay una cosa que no me gusta de Morala, que es esa barba que le proporciona semblante provecto, pero que si pretendía que le diera un aire a Fernando III, a mí me recuerda más a Abderramán III, y una vez eliminado Boabdil de la ecuación, no estamos ya para más califas. Bueno, eso y el halo que arrastra, que no es de santidad, sino de merenguismo. Lo demás, de momento, me va gustando. Pero mientras no se afeite, los progres estamos ya decepcionados con Morala y a punto de bramar en las calles.
Así que como le vamos a poner a parir igualmente, por una cosa y por la contraria, por lo que él aún no ha hecho y por lo que hicieron los anteriores, o lo que es incluso peor, por lo que él todavía no ha tenido tiempo ni de planificar y dejaron de hacer los anteriores, le aconsejo que gobierne para todos pero desarrolle sin cortapisas aquello que le permitió subir tantos concejales y ganar en la opinión ponferradina la consideración de opción seria de gobierno: ganar actividad económica, promover empleo, trabajar desde el primer día sin caer en la desidia de esperar al final para que la gente lo recuerde en las elecciones, fomentar una sociedad más inclusiva en Ponferrada, bajar la presión fiscal no gastando en chorradas y ser reivindicativo con todas las administraciones, porque lo que estas inviertan en Ponferrada no exigirá más tributos a los ponferradinos. Todo lo demás es ruido en el camino, aunque el ruido venga siempre acompañado la cantinela de haber tenido más votos en las municipales; eso haberlo pensado antes de mostrar tanto orgullo Olegario=Sánchez.
No faltaremos los progres que llevamos años agazapados y callados, pero que nos sintamos súbitamente impelidos a protestar de la forma más contundente, para eso queremos asociaciones y sindicatos fraternos. Y en ese momento, Morala que recuerde que los votos en las urnas son de la gente, y que estas organizaciones si quieren dictar la política municipal ponferradina cuando no gobiernan los suyos, porque hay que ver cuánta connivencia en los últimos años, que se presenten a las siguientes elecciones municipales, que ganas de dividir el voto en la izquierda no les ha faltado nunca, ni siquiera en el pasado mayo y ya hemos visto el apoyo abrumador que han obtenido. Mientras, los progres ya estamos decepcionados con Morala.