[TRIBUNA] Otro Consejo Comarcal berciano
JAVIER LAGO MESTRE | Recientemente se ha formado un nuevo Consejo comarcal berciano. Su presidente ha declarado que está dispuesto a reformar la Ley de la Comarca de 1991. Esperamos que a lo largo de su mandato sea capaz de cumplir con su promesa. Para ello necesitará poner en práctica una dinámica política reivindicativa nada fácil.
La reivindicación comarcal deberá tener en cuenta a los sujetos políticos. Nos referimos a que la Junta de Castilla y León está formada por dos partidos, Pp y Vox, que no pensamos que apoyen una nueva reforma de la Ley autonómica que regula la Comarca. Vox es una formación que defiende la estatalización, frente al autonomismo territorial, como antes lo hicieron otros, casos de Ciudadanos y Unión progreso y democracia. En fin, se presenta un difícil juego político de negociaciones entre contrarios políticos.
CONTEXTO JURÍDICOLEGAL. No podemos pasar por alto el contexto legal que condiciona el funcionamiento del Consejo comarcal berciano. Como bien podemos suponer, la Constitución protege la existencia jurídica de ciertas instituciones frente a otras. Es el caso de las comunidades autónomas, provincias y municipios. Mientras que otras, comarcas o mancomunidades, ocupan una posición de subordinación, esto dificulta su funcionamiento. Así se constata en la Ley de haciendas locales (2004) que restringe el financiamiento de las comarcas (art. 155). Y si analizamos la Ley de bases del régimen local (1985) comprobamos como se recortan las potenciales competencias comarcales frente a los municipios (art. 42.2). Incluso la Ley del régimen local de Castilla y León (1998) ignora las comarcas en su articulado, ¡increíble!.
Después de mucha presión política y social, durante la transición democrática, El Bierzo consiguió la aprobación de la Ley de la Comarca (1991), tras la presentación de varios proyectos fallidos. Una deficiente Ley que ha sido modificada posteriormente. El bercianismo político supo presionar para reforzar la protección legal de nuestra Comarca. Nos referimos al reconocimiento expreso en el Estatuto de autonomía de Castilla y León. Así aconteció en la reforma estatutaria de 2007, “regulará la Comarca de El Bierzo” (art. 46.3).
El mencionado reconocimiento legal y estatutario de la Comarca berciana supone que las Cortes de Castilla y León no puedan suprimir nuestra institución comarcal, gobierne quien gobierne. Recordemos que el partido Vox se propone eliminar las instituciones menores de esta Comunidad autónoma, y entre ellas podría estar nuestra Comarca, para venderlo políticamente a su electorado. Pero la supresión de la Comarca necesita mayoría absoluta de los votos en Cortes Generales, para modificar la Ley orgánica comentada. Un éxito político berciano que impedirá recortes de nuestra autonomía territorial.
La Ley de bases del régimen local reconoce expresamente servicios públicos, para “satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal” (art.25). Está claro que El Bierzo sufre de esas necesidades administrativas derivadas del excesivo centralismo histórico. No se entiende que en pleno siglo XXI ciudades como Zamora, Soria, Avila y Segovia disfruten de servicios públicos superiores a Ponferrada, que tiene mayor población que las urbes castellanas. Esto son privilegios históricos derivados de la organización provincial de 1833.
Y ya que hablamos de historia. Conviene recordar que El Bierzo disfrutó de reconocimientos provinciales en dos períodos históricos bien diferentes, Edad moderna (1486) y Trienio liberal (1821). Posteriormente, tras 1833 se reclamó la recuperación de la institución provincial. Y el Gobierno central concedió, en la segunda mitad del siglo XIX, el partido administrativo de Ponferrada, con implicaciones judiciales y fiscales. ¿Quien puede negar las aspiraciones de los bercianos de conseguir una institución territorial con mayor autonomía política?.
La Junta de Castilla y León alega que ya cumplió, aprobando la Ley de la Comarca. ¡No es suficiente! hay que desarrollar su articulado en el tema del traspaso o delegación competencial. ¿Y la financiación? El Consejo comarcal tiene unos recursos totalmente condicionados a la voluntad política de la Junta de CyL. No nos vale con decir que ahora le toca a la Diputación leonesa y a los ayuntamientos para que deleguen en el Consejo comarcal. Lo cierto es que la Junta de CyL fomenta las mancomunidades en El Bierzo que compiten con la política supramunicipal del Consejo comarcal. Por otra parte, no se puede entender la creación de áreas funcionales y mancomunidades de interés general (2013), por el Gobierno regional, mientras existe ya la Comarca de El Bierzo. ¿Tienen lógica estas variadas políticas territoriales?.
Seamos sensatos, las instituciones consolidadas (Junta CyL, Diputación…) compiten con las nuevas (Comarca), ante la potencial pérdida de influencia social, territorial y económica. De ahí la necesidad de forzar la reivindicación, con la negociación política y la paciencia temporal. Las resistencias institucionales siempre existirán. Así no podemos entender que la Diputación leonesa no reconozca en sus mapas gráficamente la Comarca de El Bierzo, que tiene un reconocimiento legal tan diferente a sus comarcas rurales. Dicha Diputación, en su Museo de los pueblos leoneses, oculta la cultura diferencial berciana, en lo que se refiere al idioma gallego. Diputación que ignora la lengua gallega en cualquiera de sus publicaciones. Estos ejemplos demuestran su política discriminatoria secular con las singularidades de El Bierzo. Manipular a los leoneses es uniformizar la provincia sin reconocer las peculiaridades bercianas (institucional, cultural, idiomática…).
O Bierzo, julio de 2023.