[EL PROTECTORADO] Endesa calienta agosto
AL RAISULI | Endesa ha vuelto a tomarnos el pelo de nuevo. En realidad no ha dejado de hacerlo desde que los electro-spaguettis tomaron el control de la misma, en una de tantas providencias inexplicables que Zapatero legó a la historia universal del despropósito. Lo han vuelto a hacer por triplicado y en agosto, un mes propicio en el que los jetas intentan colar todas las marrullerías que no quieren que trasciendan o que tengan una difusión mínima.
Anuncian la voladura de las torres y chimeneas de Compostilla para el día 31 de agosto, después que la fiscalía de Valladolid no encontrara materia punible en la denuncia de Bierzo Ya, personificada en su líder Antonio López Bouza, y la desestimase. Endesa tiene prisa por hacer desaparecer torres y chimeneas, y tiene prisa porque es consciente que la justificación económica esgrimida para impedir la declaración de BIC es tan endeble que no soportaría una pericia de contraste seria y ajustada al objeto concreto. Y así con ellas voladas: muerto el burro, alfalfa al rabo.
El informe con el que la Consejería de Cultura hace el juego favorable a estos tahúres del kilovatio huele que apesta a la cocina de Endesa. Bierzo Ya quiere, ni más ni menos, lo que quieren todos los bercianos de bien hartos de que les den gato por liebre: que se determine de manera incontrovertible si la conservación en pie de esas estructuras para otros usos (culturales, artísticos, expositivos, etnográficos o turísticos) precisa de la inversión faraónica que nos quieren hacer creer.
La sospecha monda y lironda es que esos números desalentadores tienen una trampa tan burda que no resistirían ni las pesquisas de un juez de paz. Al parecer en el resto del mundo mundial donde se conservan arquitecturas industriales similares su mantenimiento cuesta menos, mucho menos, infinitamente menos. Concretamente entre nada y el 10% de lo que sostiene ese informe. Claro que puede ser que todos los demás sean unos temerarios insensatos, pero que se sepa hasta el momento no ha colapsado ninguna estructura de este tipo en todo el globo.
¿Dónde está el truco del almendruco? Pues en que ese informe no es el adecuado a la previsible función a que se iban a dedicar las estructuras, y los números que quieren colar son los previstos para continuar con la generación termoeléctrica sine die. Es posible que Endesa, ante la paralización de las voladuras por la JCyL para la declaración de BIC que afectaba a sus apetencias chatarreras, esgrimiera ese “coco” y facilitara datos reales pero engañosos con el ánimo de asustar a la autoridad competente. Y que el novato consejero, obnubilado por la contundencia técnica desplegada por la empresa, le comprase su ladino argumento metiéndose el mismo un gol por la escuadra en su propia puerta.
La opinión pública no tiene porque entrar en estas sutilezas, por otra parte ramplonas a más no poder, se informa y da por bueno lo que le dice la administración desde la solemnidad de un informe firmado por ingenieros. Eso no engloba a quienes están en la pomada (instituciones, políticos y personas bien informadas) que saben bien desde el primero al último que los chicharros no son percebes por mucho que el pescadero te enseñe un papel para convencerte. Lo saben y callan la mayoría como bellacos.
En todo caso engañar a los bercianos es algo que los propios naturales tiene asumido como habitual por parte de la nueva Endesa, conscientes que lo hace porque no va a tener consecuencias. Otra cosa es engañar a un juez, con una verdad aparente que en realidad es una cochina mentira. Un informe ad hoc filtrado y manejado con fines aviesos, no debería bastar para dar carpetazo a un asunto que ha concitado el interés y el apoyo expreso de innumerables personalidades y entidades locales, regionales, nacionales e internacionales.
Es preciso abrir el melón y llegar al fondo del asunto, pese a quien pese y caiga quien caiga. Esperemos que la justicia no pase de puntillas y se preocupe por saber el motivo por el cual una misma cosa que en Sudáfrica apenas cuesta aquí vale un Potosí. Y esta será una cuestión baldía con las chimeneas y torres voladas, por eso su preservación es primordial; es preciso aventar la amenaza del derribo hasta que de una forma cierta, objetiva e independiente se despejen todas las dudas razonables existentes.
He evitado apelar a razones emocionales. El asunto está en un punto donde no se dirimen sentimientos sino certezas, y estas están siendo trampeadas desde el poder empresarial y político. Ha sido un agosto muy caliente, lo sigue siendo, y Endesa lo está calentando mucho más: un regalo de basura envenenada y la crónica de una roñosa decepción reclaman sendas columnas próximamente.