[TRIBUNA] Y siguen sin hacerme caso
BOUZA POL | Don Francisco de Llano y Ovalle, «Paco LLano» para los amigos (que vivía en La Puerta del Valle, esquina con la Calleja del Mazo, en “El Otro Lado”, en La Cábila, a orillas del río Valcarce y de la presa de riego que, gracias al talento constructivo de Antonio Furís, que hizo el dique de contención y desvío, sigue llevando agua al famoso Molino de Patatones), tuvo varios parientes que fueron Alcaldes, gente importante, pero jamás le dedicaron un homenaje público. Ya va siendo tiempo, hora, de corregir tan tremenda injusticia.
Pido una calle para este buen hombre, funcionario del Ayuntamiento, siempre enamorado de Villafranca y de El Bierzo, que supo cantar sus hermosuras y, al mismo tiempo, denunciar las muchas injusticias sociales, las amarguras del pueblo humilde por culpa de las negligencias y engaños de los políticos.
Los intelectuales del Bierzo y las instituciones tienen olvidado a nuestro poeta y escritor que, escribiendo en castellano y en gallego-berciano, llena con su obra el espacio temporal que hay entre el gran Enrique Gil y Carrasco y la generación de don Ramón Carnicer Blanco y Antonio Pereira. A don Paco Llano, al de Flores del Bierzo lozanas y mustias, se le debe considerar como el eslabón afectivo y sentimental que une a los escritores de Villafranca. Dicen sus versos: «Clariñas noites de lúa, hermosas e feiticeiras, que nos montes e pradeiras a belleza reflexades; venide, venide, chegade, chegade, eu vivir solo podo… ¡ay! nas vosas soedades». Y también: Una tarde de verano/ yo vi marchar un vapor/ que llevaba para América/ carga de angustia y dolor».
Estimo y admiro a los escritores de mi pueblo, los tengo presentes, y algunas veces hasta les echo las “culpas” de ser yo también, desde los doce años, un miembro más de su numerosa santa cofradía de “Esperanzas y Angustias Villafranquinas”, patentes en muchos cientos de textos.
Se ha dedicado un Día de las Letras Gallegas al militar Antonio Fernández y Morales, vecino ocasional de Cacabelos, y, sin embargo, nada se ha hecho a favor del villafranquino que, además de buen persona defensor de los humildes, era más ilustrado, mejor poeta y escritor, en castellano y en gallego; pero, como era de derechas…
Lamento que el Instituto Leonés de Cultura, el Instituto de Estudios Bercianos y el Ayuntamiento de mi pueblo sigan teniendo en el olvido a Paco Llano, y también a Isidoro Andrés de Ovalle, que en 1860 publicó en la revista El Esla el poema Recuerdo a Puentedeume, 242 versos, en dialecto berciano. Don Isidoro era de San Fiz, o más bien del «Otro Lado», a orillas del Valcarce, lugar de su numerosa familia.
No entiendo, ni sé, si será ignorancia, descuido, omisión o censura, pues incluso Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo, en los tiempos del «pleistoceno», no despreciaba ni prohibía el catalán y el gallego. En la asignatura de «Formación del Espíritu Nacional», de primero y segundo de bachiller, años 1961 y 1962, en Vela y Ancla hay textos y poemas en estos dos idiomas, y también cuentos y relatos, en castellano, de escritores republicanos de izquierdas, como Antonio Machado y Juan Ramón Jiménez.
Debo mostrar mi pacífica lucha contra la ignorancia, la mentira, el fanatismo y la injusticia. De tal manera que hago míos los precisos versos del gran poeta lírico Emilio Vega Gómez, que en su magnífico poemario «Cazador de lunas», dicen:
«En la plaza de toros de la palabra viva/ fui maletilla un día, más tarde novillero,/ y aunque ningún maestro me dio la alternativa,/ tras múltiples cornadas me convertí en torero./ Lidié grandes corridas ejerciendo de esteta/ por cosos de tercera como primer espada./ Y habré de ser yo mismo quien corte mi coleta/ cuando el toro del verso no me sugiera nada».
Los envidiosos, mediocres y mentirosos siempre quieren echarnos del ruedo.
Yo, a veces lamento tener que morir sin saber si las olas de la mar sufren o disfrutan estrellándose entre ellas y contra los acantilados.
Hoy, 31 de agosto de 2023, se derriban las torres de refrigeración de Endesa, y Ponferrada deja de ser la «ciudad del dólar» para convertirse en «ciudad del dolor».
El que esté libre de culpa…
Con toda Burbialidad.