Reforzado el dispositivo de seguridad para evitar altercados entre ultras de Lugo y Ponferradina
La Policía vincula a los ocho detenidos por los incidentes de abril a los «grupos radicales» de las Brigadas Lucenses y Frente Norte.
La Policía Nacional reforzará el dispositivo de seguridad con el fin de detectar y evitar altercados entre miembros de grupos radicales de seguidores del Lugo y la Ponferradina, con motivo de la celebración este domingo del partido entre ambos clubes declarado “de alto riesgo”-por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
El objetivo es impedir que se vuelvan a producir incidentes como los acaecidos el pasado mes de abril en la céntrica zona de Campo Castelo de la capital lucense, y que la Policía atribuye a miembros de los «grupos ultras radicales de las Brigadas Lucenses y del Frente Norte», según explica un comunicado difundido este sábado por la subdelegación del Gobierno en el que se confirma la .detención, el pasado jueves, de ocho personas en A Coruña (uno), Lugo (tres) y Ponferrada (cuatro) por su presunta participación en los delitos de riña tumultuaria y desordenes públicos.
En la investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, han participado agentes de la Comisaría General de Información, las Brigadas Provinciales de Información de Lugo, A Coruña, Pontevedra y Madrid y la Brigada Local de Información de Ponferrada. La operación se enmarca dentro de la estrategia de “tolerancia cero” que la Policía Nacional mantiene contra la violencia en el ámbito de los eventos deportivos.
Patadas, puñetazos y lanzamiento de botellas y sillas
Los hechos se produjeron el pasado dos de abril en Lugo coincidiendo con la celebración del partido entre el Lugo y la Ponferradina, correspondiente a la jornada 34 de la temporada 2022-2023 de la Segunda División de la Liga. Horas antes del comienzo del partido, se produjo un enfrentamiento entre aficionados de ambos clubes-aproximadamente 40 personas-, los cuales se agredieron mutuamente propinándose patadas, puñetazos y mediante lanzamiento de botellas y mobiliario hostelero. La rápida intervención policial, gracias al dispositivo de seguridad establecido al efecto, permitió el control de la situación y la identificación de los participantes.
Las gestiones practicadas con posterioridad pudieron determinar la pertenencia de los implicados en la pelea a los grupos ultras y violentos conocidos como Brigadas Lucenses y Frente Norte. Éstos, de ideología política contraria, e históricamente enfrentados, utilizan habitualmente el escaparate del deporte como excusa para llevar a cabo conductas violentas, con riesgo que ello implica para las personas, los daños en los bienes, y la alteración del orden público.
Tras la puesta a disposición judicial de los detenidos, se han decretado medidas cautelares de alejamiento así como prohibición de entrada a los estadios de fútbol para todos ellos.