La declaración BIC de la Anunciada se une a los cinco monumentos catalogados en Villafranca
El conjunto monumental del convento y la iglesia de La Anunciada constituye uno de los ejemplos más relevantes del mecenazgo aristocrático a principios del siglo XVI. Es un testimonio único de la complejidad y riqueza territorial de la gran estructura de poder reflejada en la trayectoria de su fundador, Pedro de Toledo Osorio Colonna, V Marqués de Villafranca, figura de trascendencia continental.
La viceconsejera de Acción Cultural, Mar Sancho, se ha trasladado hoy a Villafranca del Bierzo para unirse a la celebración de la futura declaración BIC del Monasterio de la Anunciada, cuyo expediente de incoación ya está en marcha por parte de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte. El pasado mes de julio se inició el procedimiento y está previsto que se resuelva antes de finalizar el año.
El Monasterio posee una arquitectura estimable en su iglesia, claustro y dependencias, valiosísimos objetos muebles como colecciones de cuadros, pinturas, mármoles, esculturas, utensilios conventuales y de la historia de la comunidad, la mayoría vinculados a los marqueses de Villafranca y a sus estancias en Italia, Flandes y sus contactos con artistas extranjeros. Así mismo, son destacables sus valores inmateriales en cuanto a la conservación de costumbres o su vínculo con santos como San Lorenzo de Brindis, con el Camino de Santiago o con importantes nobles.
Desde el año 2010, la Dirección General de Patrimonio Cultural y el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León han trabajado en el seguimiento y estudio de la evolución del estado de conservación de los bienes muebles que se conservan en la cripta del monasterio y especialmente del túmulo funerario. En 2014 se llevó a cabo una intervención de conservación y restauración de la cripta que permitió mejorar notablemente la estabilidad estructural y el estado de conservación de este bien excepcional dentro del patrimonio cultural de Castilla y León.
El convento de la Anunciada se une a la lista de BIC de este Conjunto Histórico, junto al castillo, la Colegiata de Santa María, la iglesia de San Francisco de Asís, la de San Nicolás el Real, la de San Juan o de San Fiz, la de Santiago y el Camino de Santiago, que transcurre por la Calle del Agua. En esta arteria fundamental, que constituye un auténtico museo al aire libre por el que miles de turistas y peregrinos transitan, está previsto acometer la restauración de su pavimentación. Para ello, el Ayuntamiento de Villafranca ha redactado el proyecto, cuya obra se ejecutará por la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, contando con un presupuesto de casi un millón de euros.
Fundado en 1606 por Pedro de Toledo y Osorio, quinto marqués de Villafranca y virrey de Nápoles en tiempos de Felipe II, para su hija María, que profesó dentro de la orden clarisa, el edificio se erigió sobre los restos de un antiguo hospital medieval destinado a prestar asistencia a los peregrinos del Camino de Santiago.
La iglesia del monasterio forma uno de los lados del Claustro. Fue construida entre 1655 y 1660, bastantes años después de la fundación del Monasterio. Es de estilo barroco-italiano. Su mayor riqueza artística la constituye el majestuoso retablo mayor, de madera de nogal policromada, cuyas piezas principales fueron adquiridas en Italia por el fundador del Monasterio. La parte más representativa es el templete que da cobijo a la famosa custodia o tabernáculo, de bronce sobredorado y mármoles, de casi tres metros, traída de Roma, en cuya base se halla instalado el sagrario. En la parte izquierda del presbiterio se encuentra la hornacina-sepulcro de San Lorenzo de Brindis y la urna de bronce sobredorado que guarda sus reliquias. Desde 1917 la iglesia de la Anunciada está consagrada y agregada a la basílica romana de S. Juan de Letrán.
El Panteón de los Marqueses se sitúa a los pies de la iglesia, por debajo del nivel de circulación de la nave. Recibe ese nombre por el enterramiento de Pedro de Toledo y Osorio y algunos de sus descendientes. Tiene planta cuadrada, con bóveda rebajada, y en las paredes se encuentran varios arcosolios que acogen enterramientos de otros miembros del Marquesado de Villafranca.
La cripta del Monasterio está presidida por el túmulo de piedras duras de factura italiana sustentado por una base de madera policromada integrada por distintos elementos en el que reposan los restos de Pedro de Toledo y Osorio y su hija Sor María de la Trinidad. El túmulo está realizado con la técnica de ‘commesso’, especie de taracea a base de mármoles y piedras duras, de origen clásico, que conoce su apogeo en el Renacimiento. Esta técnica se utiliza también en la decoración de los frontales de altar que ocupan la base de los arcosolios de la capilla.