[EL PROTECTORADO] Lo que LM y Teleperfomance nos enseñan
AL RAISULI |En el Bierzo no aprenderemos jamás, nuestro sino es abandonarnos a la ventura de unas soluciones redentoras que nunca llegan. Y si llegan, que algunas menores han llegado, siempre traen consigo taras que afloraran dañinamente tarde o temprano. La principal es el carácter coyuntural de todas y cada una de las inversiones foráneas que se instalan aquí hasta que las tientan mínimamente y se deslocalizan.
LM atesora una continua sucesión de amagos de irse total o parcialmente, y si todavía no ha cerrado no es por ningún tipo de arraigo social, ni porque tenga de necesidad perentoria de suministros autóctonos. Solo la poderosa máquina de torcer voluntades que son las subvenciones y otras gabelas públicas, explican el porqué sigue aquí poniendo por enésima vez en jaque a cientos de familias bercianas.
Escrito está que se va a ir, más temprano que tarde. El principal y casi único activo a nuestro favor que es la cualificación técnica y profesional de la plantilla, apenas será un elemento secundario cuando, desde Copenhague o del paraíso fiscal donde radiquen las últimas decisiones, se salgan por peteneras para continuar haciendo aspas en Valencia u otro emplazamiento marítimo. Decididamente el Bierzo ha dejado hace tiempo de ser para ellos un emplazamiento fetén, y todo el riego de fondos públicos solo va a aplazar su marcha pero nunca consolidará su permanencia estable.
Lo de Teleperfomance es más de lo mismo, agravado porque lo que venden es un intangible tan generalizado y sustituible como es la voz más o menos persuasiva de los asalariados. Un Call Center es como un circo sin artistas; llegan los empresarios, ponen la carpa y se dedican a contratar solo aprendices de mago para que desde una línea telefónica, sin más varitas mágicas, obren el milagro de convencer a interlocutores indolentes o faltones de algo que no están predispuestos a hacer; todo un trabajo digno de encomio.
Al igual que en el Bierzo se habla un castellano aceptable también se domina con corrección en otros lugares de la península y de las naciones hispanoamericanas. Toda una extensa geografía propicia para que, al menor estímulo, lleguen los empresarios del circo a montar la carpa y reclutar a los nuevos magos del lugar para un trabajo que saben efímero. No debería ser difícil dejar montar la carpa, pero levantarla de la noche a la mañana sin más es otro cantar que las autoridades deberían atar en corto.
Por supuesto que menos es nada, pero el pan para hoy y el hambre para mañana no es la solución. Entonces ¿Cuál es la solución? La hay aunque no es fácil de llevarla a cabo. Es elemental, de primero de economía, y su conocimiento debería ser obligatorio para todos esos políticos que lo ignoran, como ignoran todo menos cobrar por ser ignorantes. Se trata de diferenciar la paja del trigo que es lo mismo que diferenciar entre lo coyuntural y lo estructural. En el Bierzo cuando se impartió esa lección básica debíamos de estar de crucero por el Peloponeso.
Teniendo eso claro y aplicándolo con acierto y rigor nos habríamos ahorrado cuarenta y cinco años despilfarrando en gilipolleces, esas que nos han llevado a ser el furgón de cola del último tren de los tontos del bote. El Bierzo necesita dos o tres respuestas estructurales desesperadamente para no caer definitivamente en la irrelevancia más absoluta y nada, absolutamente nada, de lo que se avista en el horizonte próximo se le parece. Peor aún, se intuye que lejos de perseguir ese objetivo se está tratando de anclarnos en la resignación perpetua y el abismo económico, social y ambiental.
Una anécdota rápida si se me permite: hace casi 50 años, servidor trataba de vender una industria agroalimentaria de la zona del Bierzo bajo a un exitoso empresario que almacenaba excedentes dinerarios con la explotación de cielos abiertos para MSP. Sus reticencias venían del modesto margen que el negocio le ofrecía en contraste con los abultados que obtenía de la actividad extractiva que realizaba.
Solo fue totalmente receptivo cuando le dije, con convencimiento y contundencia, que después que la Minero quebrara, que iba a quebrar, la industria agroalimentaria ofertada seguiría existiendo. Seguiría porque la comida siempre iba a tener demanda y, haciéndolo bien, serían las propias estanterías las que tirarían del negocio mientras el carbón era un muerto a plazo fijo. Lo entendió perfectamente, compró y acertó.
Ese sector con sus segmentos productivos, transformadores y comercializadores en conjunto es una de nuestras bases económicas estructurales, junto con el turismo del que hablaremos próximamente. No va a desaparecer mañana ni nunca, se adaptará y seguirá evolucionando sin posible deslocalización. Esos bastiones estructurales son los pilares de nuestra seguridad, y en ningún caso, por nada ni por nadie, deben ser puestos en peligro por aventurerismos foráneos como los macro parques renovables y las actividades-vertedero peligrosas que se empeñan en colarnos.
El Bierzo ha tenido dos oportunidades para reforzarse con proyectos estructurales: la primera la Ciuden, en su versión no prostituida, denominada Ponferrada Capital de la Energía. Un proyecto llamado a ser netamente estructural, que cayó primero en manos de unos badanas dedicados a hacer el canelo científico, y ahora en manos de la nueva Sección Femenina de la Transición Justa dedicada a los Coros y Danzas. Mientras ahí sigue el proyecto inédito, amarrado a la misma resignada esperanza con que espera Portugal el retorno de Don Sebastián.
El segundo más reciente en el marco del fallido y tramposo Plan Futur-e de Endesa. Entre otros se presentó un proyecto absolutamente viable, gran creador de empleo directo e inducido (más de 3.500 puestos de trabajo) y con sólidas e incuestionables características estructurales de permanencia en el tiempo. Ese proyecto, SILVERSIL, se lo cargaron a pachas Endesa con una actuación infame y las Administraciones Públicas por indolencia y falta de apoyo, cuando no por complicidad entre ambos, que de todo hubo. El empacho de líneas renovables y sus peligrosos vertederos en Compostilla II que SILVERSIL no consentía les llevó a darle el tiro de gracia.
Aquí, al Bierzo, no va a venir ni Tesla ni una gran inversión del fondo soberano Saudí. Tenemos que arreglarnos con lo que tenemos, sin joderlo, y con lo que buenamente vayamos alumbrando con talento, trabajo y decisión. Tenemos un problema grande, sustanciado en que los que mandan desde fuera, a los mediocres que aquí tragan, llevan cuarenta y cinco años errando en sus políticas sin que hayan puesto las bases de nada potable y resolutivo. Y cuarenta y cinco años es demasiado tiempo para concederles el beneficio de la incapacidad, incapaces son no hay duda pero sobre todo deliberadamente hostiles a la recuperación de esta tierra.
LM y Teleperfomance con sus procesos de ajuste y reducción apenas son la punta del iceberg que está a la vista. Lo arreglaran dejando recortar plantilla y soltándoles pasta gansa. Lo grave es lo que subyace que no se ve, pero se sabe que la vía abierta es incontrolable y puede hundir irremediable a esta tierra. El Bierzo se está jugando no solo su futuro, sino su propia entidad como pueblo en la criminal decisión de destruir sistemáticamente su naturaleza y convertirnos en el estercolero tecnológico del progreso de los demás.
Esa repugnante aberración ética que es el fundamentalismo renovable y sus secuelas, dirigida por auténticos gamberros ambientales sin escrúpulos y sin entrañas, debería encontrar en el Bierzo la respuesta que se merece. La memoria de nuestros mayores y el porvenir de nuestros descendientes nos obliga a ello.