El parque solar de la Gran Corta creará 30 empleos en su construcción y 4 fijos después
La promotora califica las quejas vecinales de Otero y Llillo de «»tendenciosas en unos casos y manifiestamente falsas en otros».
La empresa Geninvest, promotora de un parque fotovoltaica en la Gran Corta de Fabero, ha salido al paso este lunes de las informaciones difundidas por vecinos de Lillo y Otero acerca de este proyecto, que considera «tendenciosas en unos casos y manifiestamente falsas en otros». De entrada, subraya que su potencia instalada será de 10 MW por lo que «en ningún caso se puede calificar como macro- parque, tal y como los “informantes” vienen afirmando con el objetivo de apuntarse a un carro que no les corresponde, que no es otro que el de las movilizaciones existentes en otras zonas de la provincia, contra proyectos de 200 y 300 MW de potencia (25 veces más extensos que el de Fabero)».
En relación con la propiedad de los terrenos sobre los que se asienta el proyecto, Geninvest señala que han sido inscritos a su favor recientemente por el Registro de la Propiedad, con el pleno dominio del 100% de la finca. Y sobre un supuesto “expolio” a sus antiguos propietarios, aclara que «en su momento los terrenos fueron pagados muy por encima de su valor de mercado, mediante acuerdos de compraventa con más de 500 vendedores y por eso la vía de la expropiación no se utilizó ni en el 1% de los casos».
La compañía también explica en un comunicado que la cláusula de reversión existente en algunos de los contratos de compraventa non afecta al proyecto, ya que los que no tenían esa opción suman más de 40 hectáreas y que el parque ocupará poco más de 26. Además, os terrenos adquiridos por Geninvest abarcan un área de 115,79 hectáreas, «por lo que dispone de superficie más que sobrada (la diferencia entre las 115 Ha y las 26 que ocupa el parque) para que los vecinos que deseen ejercer su derecho de reversión, puedan hacerlo sin que ello afecte al parque solar».
Eso sí, advierte la promotora, la cláusula de reversión debería ser ejercitada por los antiguos propietarios, «y a día de hoy ninguno de los más de 500 antiguos propietarios (de los que solo una parte son vecinos de Lillo y Otero de Naraguantes) se ha dirigido a la empresa para ejercerlo». La empresa deduce que «no son pues los antiguos propietarios supuestamente expoliados quienes están detrás de estas informaciones de prensa, que obvian además que las Juntas Vecinales carecen de representación alguna sobre los propietarios anteriores de las fincas y no pueden -por tanto- hablar en su nombre». Los presidentes de las juntas vecinales, apostilla, «solamente pueden arrogarse la representación sobre los terrenos comunales, ninguno de los cuales se ve afectado por el proyecto de la planta solar».
Geninvest defiende finalmente que su proyecto «se enmarca plenamente en los objetivos de transición energética del Estado español», y creará 30 empleos temporales durante la fase de construcción (entre directos e indirectos) y 4 durante la de funcionamiento, además de generar «ingresos recurrentes para el municipio durante los 25 años de su vida útil, inicialmente a través de las licencias, y en todos los años siguientes por los impuestos asociados a la generación eléctrica».