[TRIBUNA] Unos presupuestos tardíos y malos para Bembibre
PARTIDO POPULAR DE BEMBIBRE | Hace apenas unos días se celebró el que debía ser el pleno más importante de la pasada legislatura, en el que se debatían y aprobaban los presupuestos del Ayuntamiento de Bembibre, unos presupuestos que se han convertido en PORsupuestos, ya que llegan casi finalizado el año para el que deberían estar previstos.
El Partido Popular del Ayuntamiento de Bembibre votó en contra cargado de razones, una de ellas precisamente el retraso de los mismos, ya que si bien deberían haberse presentado al Pleno antes del 15 de octubre de 2022, han sido presentados con más de un año de retraso y cuando ya los gastos e ingresos del ejercicio 2023 se han producido en su práctica totalidad, no habiendo nada que presupuestar en este momento.
Por otra parte, el PP municipal considera que se trata de unos presupuestos antisociales, donde el presupuesto del Patronato de Acción Social es el más bajo de todas las partidas, 50.300€, de los cuales más de la mitad no se ejecutará nunca por defectos de forma y de fondo en las diferentes ayudas que se reparten. Todo el presupuesto destinado a Bienestar Social no llegaría, por ejemplo, para pagar el catering del festival del Botillo. Llama la atención que las ayudas a Cruz Roja y Cáritas apenas lleguen a los 1000€, o que la cantidad prevista para la ayuda de la vuelta al cole de 2000€ para todos los niños de Bembibre sea la mitad del presupuesto destinado por ejemplo a celebrar Halloween (4000€).
Se trata de unos presupuestos que abandonan una vez más a su suerte a las Juntas Vecinales, de las que algunos solo se acuerdan en tiempos electorales, y donde vuelve a demostrarse que sigue habiendo diferentes categorías de vecinos en función de su lugar de residencia. Entre las 8 pedanías, salvando la de Bembibre, tienen que repartirse menos de 50.000€ para todo el año. Difícilmente podremos hacerlas mejorar o posicionarse respecto a otras cuya oferta turística no deja de crecer con apenas 3000€ (Labaniego) o 5000€ para la mayoría de ellas durante todo el año.
Se trata además de unos presupuestos opacos, donde no aparecen por su verdadero nombre partidas presupuestarias como las horas extras de los empleados (llamadas gratificaciones), las retribuciones del personal de la guardería, (donde según estos presupuestos solo podríamos afrontar el pago a un trabajador municipal) y sin embargo nos encontramos con gastos diversos por valor de 185.000€ que no se sabe a qué hacen referencia.
Y es que existe una falta de rigor en su elaboración tan preocupante como clamorosa, no solo por las numerosas partidas presupuestarias copiadas y pegadas de presupuestos de años anteriores como las pavimentaciones de calles de un Plan Provincial del año 2021 o un alumbrado público de un Fondo de Cohesión de la JCyL del año 2022, además de un larguísimo etcétera de incongruencias derivadas del copia y pega.
Resulta llamativo asimismo que la alcaldesa en su memoria diga que se trata de unos presupuestos austeros, nada más lejos de la realidad, pues solo hace falta ver el dinero gastado en pan y circo. Tan solo son austeros en los asuntos sociales, donde más que austeros, son míseros, al igual que en inversiones donde se contempla un pírrico 4% del total del presupuesto.
También presume la alcaldesa del nulo endeudamiento, y es que, si bien es cierto que hasta la fecha no existe ninguna deuda con entidades financieras, no es menos cierto que el informe que la interventora emite sobre el cálculo de estabilidad presupuestaria, le enmienda la plana cuando afirma que “los ingresos de alguno de los capítulos son insuficientes para financiar los gastos, lo que representa una situación de déficit, y en consecuencia el Ayuntamiento necesitará financiación externa para hacer frente a los mismos.”
Todo esto sumado a la subida de tasas e impuestos a los que el Partido Popular se ha opuesto de forma rotunda en un contexto socioeconómico como el que atraviesa Bembibre: Seguimos perdiendo población a marchas forzadas y cada vez somos menos competitivos respecto a municipios vecinos que tienen tasas e impuestos mucho más atractivos. No es el momento de instaurar la tasa para los niños practicantes de la escuela deportiva de natación, no es el momento de incrementar las tasas de la escuela de música y no es el momento aumentar los precios públicos de la guardería y de la residencia de la 3º edad, que en algún caso duplican en porcentaje a los actuales.
Teniendo en cuenta todo ello, entendemos que son unos presupuestos que llegan muy tarde y además, muy alejados de la realidad y de lo que nuestra villa y nuestras pedanías necesitan actualmente.