[A REXOUBA] Las sombras del segundo cierre de La Posada
La Posada Club, uno de los locales más emblemáticos de la zona de ocio de La Gran Manzana, ha anunciado a través de un comunicado que cerrará sus puertas a partir de enero de 2024.
El club ya había echado el cierre hace menos de un año, en enero, pero reabrió en verano. Una reapertura que apenas ha durado cinco meses. Lo más preocupante del comunicado de La Posada es la alusión a las maniobras de alguien que «quiere apoderarse de nuestra ciudad a golpe de talonario, explotación y corrupción».
Esa persona habría aprovechado que la licencia del local es de bar musical y no de discoteca –lo que limita el horario de apertura– para «meternos ocho denuncias en un mes y medio y con ello conllevar a un cierre obligado». Y esta vez, ese cese de actividad se presenta como «definitivo», lo que conlleva que 13 personas se quedarán sin trabajo en una comarca donde no abunda precisamente el empleo.
Ante esta situación y la gravedad de los hechos que relata el comunicado de La Posada parece como mínimo procedente preguntarse qué está pasando en la hostelería ponferradina, y más concretamente en torno a ciertos entramados empresariales que se mueven a su alrededor. La penumbra no es buena, ni siquiera cuando hablamos del mundo de la noche.