Los vecinos rechazan el proyecto de una multinacional para buscar oro en Espinoso
El Nogalón presenta alegaciones para que se deniegue el permiso solicitado por la empresa canadiense Western Metallica.
La asociación de vecinos El Nogalón ha reclamado la denegación y archivo del permiso de investigación del proyecto denominado Cid para la búsqueda de oro, plata, cobre, bismuto, molibdeno, plomo, antimonio, estaño, wolframio y zinc en 68 cuadrículas mineras del término municipal de Ponferrada. El permiso fue solicitado por la empresa multinacional canadiense Western Metallica. con la sede social española en Sevilla, y que ya tiene en marcha proyectos mineros en Galicia, Asturias y Andalucía.
El proyecto afectaría a terrenos de Espinoso de Compludo, y algunos de los otros Compludos próximos, y por lo tanto a «uno de los lugares con mayor riqueza patrimonial de toda la península», alega la asociación. Algunos puntos se encuentran a 1 kilómetro de distancia del Camino de Santiago Francés, y lindan tanto con la Tebaida Berciana como con el conjunto histórico de Barrios de Salas, Villar y Lombillo.
Ademas, en la superficie que ocupa el proyecto minero se ubica el yacimientos arqueológico El Castro, de la época Hierro I, Hierro II y Romano Altoimperial, así como el Prao de la Iglesia, Visigodo Altomedieval, El Palacio y El Teso de San Mamed, ambos de época desconocida y La Médula, El Meduleo o Las Miédulas, de época Romano Altoimperial. La ejecución de los trabajos mineros propuestos «podría tener un impacto crítico sobre elementos del patrimonio cultural, particularmente si no se ha realizado una prospección arqueológica en la zona del permiso de investigación».
En cualquier caso, El Nogalón reclama a la Junta de Castilla y León que se acometa un procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) con carácter previo al otorgamiento del permiso de investigación. «La actuación se encuentra incluida en el artículo 7.2, b) de dicha ley 21/2013, de 9 de diciembre, al tratarse de un proyecto que puedan afectar de forma apreciable, directa o indirectamente a Espacios Protegidos Red Natura 2000», advierte.
“Es evidente que cualquier actividad minera, por su propia naturaleza afecta de forma muy apreciable al medio ambiente del territorio que ocupa, mediante la destrucción directa del suelo (y por tanto de los hábitats que se sustentan en ese suelo) en el caso de la minería a cielo abierto, y mediante las afecciones al subsuelo, a las aguas subterráneas y superficiales en los casos de minería a cielo abierto y subterránea”, explica la asociación.
Asimismo, considera que actividades proyectadas «según cual sea su ubicación, volumen y naturaleza, pueden constituir en sí mismas actos sujetos a un régimen de evaluación de sus efectos ambientales, como es el caso de la realización de accesos o caminos o alteraciones paisajísticas o los daños sobre la cubierta vegetal del terreno forestal en cuestión por el tránsito con vehículos o maquinaria pesada».
El Nogalón pide en sus alegaciones que que se exijan las consiguientes rectificaciones de identificación e inventario de recursos vivos y arqueológicos, como la planificación respecto a la restauración posterior al permiso de investigación solicitado, redactando un plan de restauración real de todo lo que sea dañado con este permiso minero.