El TSJ ratifica que Pedro Muñoz debe seguir en prisión por la «extrema gravedad de la pena»
Confirma la resolución de la Audiencia de León y desestima el recurso basado en los problemas de salud del condenado.
La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha confirmado la resolución de la Audiencia Provincial de León, que acordó en febrero el ingreso en prisión provisional del exconcejal de Ponferrada Pedro Muñoz, condenado a casi 17 años de cárcel por lesiones agravadas y maltrato habitual en el ámbito familiar
La Sala entiende que “la extrema gravedad de la pena impuesta es un hecho objetivo para pensar que el acusado pueda sustraerse a la acción de la Justicia, y también el de que, de permanecer en libertad, puede poner en peligro bienes jurídicos de la víctima del delito, e incluso reiterar la conducta delictiva”.
“El resto de argumentos proporcionados por el acusado como sus circunstancias personales y familiares siendo un hombre con hijos y nietos, su arraigo personal en la zona del Bierzo, lo limitado de sus recursos económicos en términos tales que pueda organizarse una fuga, como también es su notoriedad pública o la ausencia de antecedentes penales y riesgo de reiteración delictiva, decaen ante el hecho objetivo de las importantes responsabilidades penales que hoy por hoy, sin ser firmes, recaen sobre su persona”, señala el tribunal.
La Sala añade que las cuestiones médicas invocadas en el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Muñoz «no le colocan en imposibilidad de ingresar en prisión, y la vigilancia y control de sus padecimientos pueden ser realizadas en dicho contexto».
“Todos estos argumentos justifican sobradamente la medida cautelar de prisión provisional decretada, sin que la existencia de otras medidas cautelares menos gravosas y que se ofrecen en el escrito de recurso (comparecencia periódica ante el juzgado, prohibición de salir de España con retirada del pasaporte o prestación de fianza) puedan tener eficacia para conjurar tan graves peligros, que corren parejos a la gravedad de la pena”, concluye.