La Fundación Biblioteca Enrique Gil y Ciuden sellan su colaboración para el Jardín Romántico
Los trabajos del concurso de ideas se exponen hasta finales de mes en La Fábrica de Luz Museo de la Energía.
La Fundación Biblioteca Enrique Gil y la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) han firmado este martes un convenio de colaboración de dos años de duración para el asesoramiento técnico en jardinería y paisajismo y la aportación de planta del Jardín Romántico del Bierzo, cuyas labores de preparación ya han comenzado en la antigua huerta familiar de la casa natal de Enrique Gil y Carrasco en Villafranca del Bierzo.
Firmaron el convenio la directora general de la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), Yasodhara López; y el presidente de la Fundación Biblioteca Enrique Gil, Valentín Carrera; con asistencia de Álvaro Rodríguez, en representación de la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de la Universidad de León y del ganador del concurso de ideas, Samuel Álvarez. Precisamente, coincidiendo con este acto, quedó abierta en La Fábrica de Luz Museo de la Energía la exposición de los diez paneles del concurso de ideas para el futuro Jardín Romántico.
Gracias al convenio firmado, Ciuden sesorará a la Fundación Biblioteca Enrique Gil y aportará parte de la planta, principalmente autóctona, necesaria para “vestir” el jardín de Casa Gil, que prevé abrir al público este mismo verano, en cuanto finalicen las obras de restauración y consolidación de la fachada blasonada, actualmente en curso.
Con este convenio, la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) se une al esfuerzo colaborativo en torno a la Casa Gil, tras la firma la semana pasada de un acuerdo similar con el Colegio de Arquitectos de León para convocar un concurso internacional de arquitectura. En nombre de Casa Gil Jardín Romántico del Bierzo, Valentín Carrera expresó su agradecimiento a CIUDEN, y a todos los mecenas que están haciendo posible transformar una ruina, abandonada durante dos siglos en un espacio cultural de referencia.
Casa Gil, que se define como un ecosistema romántico, será, por fin, un punto de encuentro con la vida y obra de Enrique Gil y Carrasco, hasta ahora inexistente en la comarca, un espacio armónico con el entorno del casco antiguo de Villafranca, para el encuentro amable con las letras bercianas, la poesía, la música, la conversación o el silencio.