[REVISTA] Diluvio numantino en el vestíbulo de la coalición mundial
Una señora entra en la sala de espera de urgencias del hospital tras pasar por la ventanilla de recepción y le susurra a su acompañante con cara de asombro: “Me han dicho que pase a la sala de trajinar”.
Se refería, naturalmente, al filtro que los sanitarios llaman sala de triaje. El pasado jueves, el Bergidum nos invitó a un acto en el foyer (aunque suene a sala de trajinar, así se denomina en francés la entrada a los grandes teatros, sobre todo de la ópera), pero no es menos cierto que la imposición de manos de un emocionado Miguel Rellán se desarrolló en el vestíbulo o recibidor. Somos así de antiguos.
El viernes amanecimos con la noticia de que El juzgado avala la negativa del Ayuntamiento a pagar 3 millones por el Mundial. O sea, que la justicia nos exime por tercera vez a todos los ponferradinos y ponferradinas de asumir la deuda del eventísimo. Habrá más noticias en la próximas semanas del Mundial de infausto recuerdo, porque el juzgado que instruye la causa ya tiene en su poder el informe del perito judicial contable y ha citado a las partes para su lectura unos días antes de las elecciones. Ese día, el viernes, también nos acostamos con tribunales: Un juzgado paraliza un tramo de las obras de la glorieta de Fuentesnuevas.
El juzgado que instruye la causa por la gestión del Mundial ya tiene en su poder el informe del perito contable
El fin de semana se lo dedicamos a las encuestas. La última habla de un Empate técnico entre Vox y Ciudadanos a tres semanas de las elecciones. Una vez más Kiko Llaneras nos ahorra el trabajo de comparar y analizar las encuestas: ninguno de los bloques tendrá mayoría y seguirá dependiendo todo de los partidos catalanes. ¿Vamos hacia la Gran Coalición? No, al menos según Pablo Casado, quien piensa que “Una gran coalición dejaría la alternativa en manos de Vox y Podemos”. Casi mejor, porque capaces son de aprobar una ley de amnistía que junto a los políticos catalanes incluyera a los dirigentes del PP y del PSOE condenados por corrupción.
Y vamos con el fútbol, que esta vez se jugó en sábado y en un campo que por momentos parecía una piscina por culpa del diluvió que cayó sobre Ponferada. Total, Ponferradina 1 – Numancia 1: ‘Empate a errores bajo un aguacero‘. Dice Bolo: “Nos vamos resignados, porque lo veíamos cerca”. Resignados también estamos a quedarnos sin clásico el sábado. A estas alturas ya estarán hartos de saber que, tras el fallido intento de invertir el orden y llevarlo a Madrid, el encuentro se aplaza y ahora se busca una nueva fecha, para la que todavía no hay acuerdo.
En tiempos les hubiéramos podido ofrecer el patio del castillo. Ahora, si acaso, podemos invitar a culés y merengues a firmar autógrafos en el foyer del teatro.