[TRIBUNA] Otro sábado sin sol
MUJERES POR LA IGUALDAD | Hoy volvemos a estar aquí para abordar uno de los temas más urgentes y devastadores de nuestra sociedad: la violencia de género, la violencia machista contra las Mujeres. Es un fenómeno que trasciende fronteras, culturas y clases sociales, afectando a millones de personas en todo el mundo. Esta violencia no solo daña a las víctimas directamente, sino que también socava la cohesión social y el desarrollo de nuestras comunidades.
La violencia machista es una lacra que afecta a nuestras familias y nuestra sociedad en su conjunto. Esta forma de violencia, dirigida específicamente contra las mujeres y las niñas, es una violación flagrante de los derechos humanos y un obstáculo para el desarrollo y el bienestar de todas y todos.
La violencia de género tiene un impacto profundo y duradero. Las víctimas sufren daños físicos y psicológicos severos, que pueden incluir lesiones, traumas, y trastornos mentales. Las consecuencias no se limitan a las víctimas directas; los hijos que presencian esta violencia también son afectados, perpetuando un ciclo de abuso que puede durar generaciones.
No estamos hablando de incidentes aislados, sino de un problema sistémico enraizado en desigualdades históricas y culturales. Las normas sociales que perpetúan la subordinación de un género sobre otro son el caldo de cultivo de esta violencia. En muchos lugares, las mujeres y las niñas son vistas como objetos o propiedades, despojadas de su autonomía y dignidad.
Erradicar la violencia de género es una responsabilidad colectiva. No podemos esperar que las víctimas sean las únicas en enfrentarse a este monstruo. Es esencial que todas las partes de la sociedad, incluidos los gobiernos, las instituciones educativas, los medios de comunicación y la ciudadanía, trabajen juntos para crear un entorno seguro y equitativo.
Debemos empezar por educar a nuestras futuras generaciones sobre la igualdad de género y el respeto mutuo. Las escuelas deben implementar programas que enseñen desde temprana edad los valores de la equidad y la no violencia.
Necesitamos leyes más estrictas que castiguen severamente a los perpetradores de violencia hacia las Mujeres y protejan a las víctimas. La impunidad no puede ser una opción.
Es crucial proporcionar refugios, asistencia legal y apoyo psicológico a las víctimas. No deben sentir que están solas en esta lucha.
Debemos garantizar que las mujeres tengan acceso a la educación y oportunidades laborales. La independencia económica es un escudo poderoso contra la violencia.
Necesitamos desafiar y cambiar las normas culturales que perpetúan la desigualdad de género. Esto incluye involucrar a los hombres en la lucha por la igualdad y la erradicación de la violencia.
Cada una de nosotras y nosotros tiene un papel que desempeñar en esta lucha. No podemos permanecer indiferentes o callados ante la violencia machista. Si presenciamos actos de violencia o sabemos de alguien que está siendo víctima, debemos actuar. Denunciar, apoyar y ofrecer ayuda son acciones cruciales
Hacemos un llamamiento a nuestras autoridades para que refuercen y hagan cumplir las leyes que protegen a las víctimas y castiguen a los perpetradores. La justicia debe ser rápida y efectiva, asegurando que no haya lugar para la impunidad
Es hora de que la violencia machista sea relegada a los libros de historia. Juntas y juntos, podemos construir una sociedad donde las Mujeres, puedan vivir libres de miedo y violencia.
La violencia machista no tiene lugar en nuestra sociedad. Es momento de decir basta y de construir un futuro mejor.
BASTA YA . NI UNA MENOS. STOP VIOLENCIA MACHISTA.
Solicitamos un minuto de silencio por todas las víctimas de la violencia machista, para que no se borren de nuestra memoria.