[ZASCAS] La iglesia estilo pueblo y la ermita tardofranquista
Cuando, al poco de llegar a la alcaldía de Igüeña en 1979, el inolvidable Laudino García decretó el derribo de la iglesia de Tremor de Arriba que ocupaba el centro de la plaza, saltaron las alarmas en el comité central del PCE.
El propio Santiago Carrillo se interesó por el caso, temeroso quizá de que se acusara a los comunistas de volver a las prácticas de 1936 (esta vez tirando los templos en lugar de quemarlos). El diplomático Carlos Alonso Zaldívar –Charly para los camaradas–, entonces responsable de Política Municipal del partido, telefoneó al alcalde para informarse con precisión de los motivos de su decisión.
Laudino le explicó el peligro que suponía la situación de la iglesia para los vecinos del pueblo, pero no contento con ello el bueno de Charly le reconvino aludiendo al supuesto interés artístico del templo. «¿De qué estilo es?», preguntó al alcalde. Y este, con el desparpajo y la espontaneidad que le caracterizaban, respondió: «¡De qué estilo va a ser, de estilo pueblo!».
La iglesia se derribó y a unos metros de distancia se levantó la nueva, con un acto inaugural al que asistió el entonces obispo de Astorga Antonio Briva Mirabent, que intercambió florilegios con el alcalde en una comida digna de Don Camilo y Peppone. Pero esa es otra historia. Todas estas anécdotas, y algunas más, fueron recordadas con todo lujo de detalles por el secretario municipal y varios exconcejales en el sencillo homenaje tributado por un grupo de amigos a Laudino el pasado 30 de junio.
Casi medio siglo después, el sucesor de García en la alcaldía de Igüeña, Alider Presa, ha recibido los reproches de Coalición por El Bierzo tras destinar 45.000 euros de fondos mineros a la reconstrucción de una ermita sin valor artístico alguno y erigida p0r un empresario minero agradecido a la corte celestial porque el carbón era bueno. Una decisión más que discutible, sin duda. Esta vez, la ermita (y sus circunstancias) acaso pidiera el derribo más que la restauración. Seguramente Laudino habría dicho que era de estilo tardofranquista.