Concluye la campaña de protección de colmenares para apicultores del Bierzo
La presencia de osos en zonas apícolas de las montañas del norte de León, colindantes con las áreas de reproducción osera es cada vez más frecuente al realizar algunos ejemplares grandes desplazamientos.
Estos ejemplares son los que más actividad desarrollan, y en su búsqueda de alimento encuentran en los colmenares un atractivo alimentario importante, en especial al iniciarse la primavera, ya que buscan con intensidad fuentes de alimentos ricas en proteínas y las colmenas disponen en ese momento de miles de larvas de abejas en desarrollo.
Los trabajos que FAPAS lleva a cabo en las montañas leonesas en colaboración con el Departamento de Genética de la Universidad de Aveiro están permitiendo obtener información sobre esta población osera. De un lado, jóvenes que visitan noche tras noche colmenares diferentes, lo que lleva a considerar que el territorio hay una gran cantidad de osos, lo que no es cierto, pocos ejemplares pero con grandes desplazamientos.
Los análisis genéticos han permitido también identificar machos adultos en el área occidental osera procedentes del núcleo oriental, posiblemente, como se ha identificado muy bien en las montañas pirenaicas donde también hay poblaciones separadas, se trata de machos que realizan grandes recorridos en busca de hembras reproductoras, si escasean en las zonas donde viven habitualmente.
Los apicultores sufren directamente estos comportamientos de uso del territorio por parte de los osos al ver sus colmenas destruidas cuando los plantígrados las descubren. FAPAS ha realizado un trabajo de identificación de colmenares distribuidos en aquellos territorios que potencialmente pueden ser utilizados por el oso en la zona occidental de Castilla y León, identificando más de 1.600 emplazamientos.
La inmensa mayoría no poseen ningún sistema de protección para evitar los daños de osos y la escasa proporción que la tienen, utilizan un sistema similar a los cierres que se utilizan para el ganado doméstico, ineficaces para evitar la entrada de un oso en un colmenar.
La campaña que FAPAS ha finalizado de protección de colmenares ha sido realizada con el apoyo de la Fundación Príncipe Alberto II de Mónaco y ha tenido como objetivo continuar con las actividades de protección de colmenares que han sido dañados por los osos así, como impartir charlas a los apicultores para que conozcan cómo los osos utilizan estos territorios y cuáles son los sistemas de protección más eficaces para evitar los daños.
La asociación FAPAS ha desarrollado durante los últimos quince años un sistema propio de protección de colmenares para evitar daños de oso, utilizando trescientas colmenas de su propiedad que han sido manejadas en la Cordillera Cantábrica para favorecer la polinización de los hábitats oseros. Este sistema de protección, sencillo y eficaz ha sido utilizado ya por la asociación para la protección de unos 60 colmenares en los que el oso nunca más ha vuelto a causar daños, confirmando que los daños de oso a la actividad apícola pueden ser erradicados totalmente si se emplean sistemas adecuados y se realizan los mantenimientos correctos de los colmenares por parte de los apicultores.
Durante los pasados meses de junio a agosto, el FAPAS ha colaborado en la protección de 10 colmenares dañados por el oso o situados en zonas de alto riesgo por su constante presencia en las comarcas de Omaña, el Bierzo y La Cepeda, constatando la deficiencia de las instalaciones que los apicultores habían instalado y que no evitaron que el oso entrase dentro de las instalaciones apícolas y destruyeran gran número de colmenas.
También ha sorprendido a la asociación que lleva ya 41 años trabajando en la conservación del oso pardo en las montañas cantábricas, que unos pocos apicultores de estas comarcas, rechacen la protección correcta de sus colmenares, pese a tener continuados daños. Una situación que a juicio del FAPAS «debería de ser revisada por las instituciones públicas».