[CARTAS] La gestión sanitaria en el Bierzo, una farsa insostenible
La situación de la sanidad pública en Ponferrada ha llegado a un punto crítico, y la Gerencia de Asistencia Sanitaria del Bierzo (GASBI) es incapaz de ocultar su incompetencia bajo promesas vacías y respuestas burocráticas. La ciudadanía está harta de las mentiras de siempre: la Junta de Castilla y León y GASBI prometen mejoras que nunca llegan, mientras el sistema público sigue colapsando.
La reciente inversión de 5,2 millones de euros en la Clínica Ponferrada para una unidad de radioterapia es un claro indicativo de hacia dónde se dirigen los recursos públicos: hacia la sanidad privada. Mientras tanto, los pacientes de oncología en el Hospital El Bierzo deben soportar listas de espera interminables, atención fragmentada y un trato impersonal, sin recibir las soluciones que realmente necesitan.
La gerencia del hospital ha demostrado una y otra vez que está más interesada en proteger su propia imagen que en cuidar de los pacientes. Cuando los afectados denuncian discriminación, como ocurrió recientemente con un caso de orientación sexual, la respuesta ha sido la indiferencia total. En lugar de asumir responsabilidades, la gerencia se ha limitado a dar respuestas que no solo son frías y carentes de empatía, sino que además llegan a culpar a los propios pacientes por la situación.
Los servicios de atención al paciente, que deberían ser un canal para escuchar y proteger a quienes dependen de la sanidad pública, se han convertido en una barrera que defiende a los profesionales y al sistema en lugar de defender a los ciudadanos. Los bercianos y bercianas no pueden ni siquiera obtener acceso fácil a su cuadro médico, un derecho fundamental que debería estar garantizado en cualquier sistema sanitario decente.
Mientras tanto, la estrategia de la Junta de Castilla y León y GASBI ha sido seguir lanzando promesas vacías de mejoras futuras que nunca llegan. Este truco, tan viejo como ineficaz, ya no engaña a nadie. La realidad es que los ciudadanos del Bierzo están viendo cómo su sanidad pública se desmorona frente a sus ojos, y no ven ningún tipo de compromiso real por parte de sus gestores para detener esta debacle.
La única solución posible en este momento es un cambio radical en la gestión. La gerencia de GASBI y su equipo deben dimitir o ser destituidos inmediatamente. Su incompetencia y falta de empatía han quedado más que demostradas. Es hora de que se instale una nueva dirección, comprometida con una sanidad pública de calidad, que ponga a los pacientes en primer lugar y que no se escude detrás de promesas vacías mientras la sanidad privada sigue lucrándose a costa de los fondos públicos.
El Bierzo merece una sanidad pública que esté a la altura de sus necesidades, y eso solo será posible con un cambio total en la dirección y un compromiso real con la salud y el bienestar de los ciudadanos.
Paciente irritado