Valle apela al orgullo de ser ponferradino en un pregón cargado de nostalgia
Las fiestas de la Encina arrancan oficialmente con la intervención del pregonero desde el balcón del Ayuntamiento.
El pregón del doctor José Manuel Valle Folgueral abrió oficialmente este viernes las fiestas de la Encina 2024. El pregonero, que se mostró agradecido por gozar de «la oportunidad de vivir la mejor noche de mi vida, aquí, en Ponferrada, pues es sin lugar a duda, el mejor regalo que me podía hacer mi ciudad», comenzó señalando que «para mí, esto no es nada nuevo, pues toda mi vida ha sido un pregón continuo, pues allí por donde voy y viajo, Ponferrada y el Bierzo están continuamente en mi palabra y en mi memoria, pues soy y me siento de aquí»
«Me gustaría llevaros esta noche a todos esos lugares donde a mí me gusta perderme y a donde a menudo podéis encontrarme. Dejad a un lado todos vuestros problemas y preocupaciones, cerrad los ojos y darme la mano, vamos todos juntos a descubrir la ciudad que hace 50 años me vio nacer, un día de Nochebuena, en el invierno de 1974, muy cerca de aquí, en el antiguo Hospital Camino de Santiago, hoy sede de nuestra universidad, de la cual me siento orgulloso», prosiguió.
Sus siguientes palabras estuvieron destinadas a mostrar a a los asistentes al acto la ciudad desde otra perspectiva, «como si fuera un cuadro figurativo de nuestro genial pintor Andrés Viloria, lo que para mí fue ese primer mirador hacia el mundo que nos rodea y ha sido el escenario de las mejores cosas que me ha dado la vida. Mi familia y mis amigos». Todos esos recuerdos, apuntó Valle Folgueral, «se agolpan hoy en mi cabeza para reafirmarme en la idea, de que una buena parte de nuestra vida, la más importante, sin lugar a duda, procede directamente del lugar en el que hemos nacido y vivido».
Tras recordare los orígenes del Bierzo, el pregonero siguió buceando en los recuerdos «para volver a ser hoy, más nosotros que nunca, seamos conscientes de todo lo que somos y de lo que tenemos, así como de todo lo que hemos logrado juntos». Y es que, destacó, «los auténticos pregoneros de estas fiestas sois vosotros, amigos míos, los que vivís Ponferrada día a día y demostráis a propios y extraños, la grandeza que nos caracteriza y ese espíritu emprendedor que nos define». También elogió el carácter «hospitalario, acogedor y abierto, que nos define como sociedad y como pueblo».
«Ponferrada es la ciudad donde disfruté de la libertad»
«Hoy Ponferrada está más bonita que nunca», proclamó José Manuel Valle, invitando al público congregado en la plaza del Ayuntamiento a «saborear de nuevo, el placer de las cosas simples, como las mejores patatas bravas y los mejores mejillones que yo conozco y que tanto me gustaba disfrutar en el Zorebi o en el Bodegón, justo aquí al lado». «A mi subconsciente, viene el olor a empanada de acelgas y carne, que nuestras madres y abuelas cocían y amasaban a mano», agregó.
Las alusiones a sus recuerdos de la infancia y a sus familiares abundaron en la intervención del pregonero, así como las referencias a los productos de la comarca, desde el vino a las castañas pasando p0r el botillo, los tomates o los pimientos. «Ponferrada es mi faro, en su torre de la torre de la Encina. Ponferrada es mi refugio, en la Tebaida Berciana. Ponferrada es el sitio de mi recreo y la ciudad a la que siempre quiero y deseo volver», enfatizó.
Para el pregonero de las fiestas de la Encina, Ponferrada es «una ciudad de la que podemos y debemos sentirnos orgullosos, que debe seguir escribiendo muchas páginas más para la historia de futuros pregones, en manos de nuestra gente joven, que debe tomar el testigo y seguir trabajando y emprendiendo como lo hicieron nuestros antepasados». «Ponferrada es la ciudad donde disfruté de la libertad en mi infancia, donde me sentía seguro y de la que tuve que irme para lograr cumplir mi vocación, poder estudiar medicina y continuar un largo camino formándome en mi especialidad por múltiples países», dijo antes de subrayar lo mucho que la había echado de menos en esas ausencias.
«Yo sueño y os deseo de corazón, que este año más que nunca, disfrutéis de estas fiestas en honor a nuestra patrona, La Virgen de la Encina con la misma pasión y la misma ilusión con la que yo os lo estoy contando y que os deis cuenta como yo, al despertar de este maravilloso sueño, que cuando me acerco de nuevo a mis raíces y regreso a todos estos rincones, cuando me pierdo en el cariño de sus gentes y disfruto de nuevo de estos olores, de estos sabores y de estos colores es cuando me siento más feliz. Espero que este viaje a través de mis recuerdos, que son los vuestros, haga brotar de nuevo cada 8 de septiembre las ganas de volver a reunirse y de disfrutar de la amistad, de la familia y de lo nuestro, de nuestras fiestas en honor a nuestra patrona, la virgen de la Encina», concluyó el pregonero antes de los vivas de rigor a Ponferrada, el Bierzo y la patrona, y el deseo de unas felices fiestas.