Yuri, leyenda de la Ponferradina, se despide rodeado de amigos ante una afición entregada
La Deportiva se impone por cuatro a tres al Pontevedra en el partido homenaje al capitán, con goles de Yuri, sus hijos y Jürgens.
«Ahora que estoy rodeado de amigos, levanto mi copa y brindo por ti». Quizá nada mejor que el estribillo de la popular canción berciana Nostalgia para resumir el espíritu del emotivo homenaje tributado este miércoles a Yuri de Souza en el estadio del Toralín. Porque Yuri, hijo adoptivo del Bierzo, rodeado de familiares y amigos, recibió el cariño y el agradecimiento de una afición entregada que levantó en su honor una copa imaginaria.
Con el número 10 a la espalda y el brazalete de capitán, Yuri de Souza formó en el equipo titular en la cita más especial de su larga carrera con la elástica blanquiazul, 15 temporadas en las que acumuló 511 partidos y 197 goles. Junto a él salieron de inicio para enfrentarse al Pontevedra: Ángel, Jorrín, Andújar, Lancho, Andoni López, Markel., Doué, Álex Mula, Bustos y Jürgens. Por su parte, Yago Iglesias alineó a: Manu Vizoso; Igor, Garay, Churre, Jesús, Yelko Pino, Rares, Xabi, Marqués, Chiqui y Charly.
En una fiesta en la que el fútbol lo era todo el resultado no podía pasar de mera anécdota. La primera ocasión la tuvo el Pontevedra a los tres minutos con un disparo de Yelko Pino que se estrelló en el travesaño de la portería defendida por Ángel. Y a la media hora fue el delantero granate Charly el que mandó el balón al palo. Apenas cinco minutos después, Jürgens adelantó a la Deportiva y como no podía ser de otra manera dedicó el gol al capitán. Antes de llegar al descanso Chiqui y Yelko gozaron de sendas oportunidades para restablecer la igualada, pero no las aprovecharon.
La segunda parte comenzó con Yuri vistiendo la camiseta del Pontevedra, su primer equipo cuando llegó a España y con el que anotó 58 goles en 115 partidos. Le acompañaba otro killer del área, su primo Charles, que empató el partido cumplida la hora de juego. El desfile de amigos –acaso Yuri pueda presumir del millón que anhelaba su compatriota Roberto Carlos– continuó con futbolistas tan queridos por la afición blanquiazul como Jonathan Ruiz o Fran Domínguez.
A falta de diez minutos, Yuri, su hermano Igor y Charles se enfundaron la zamarra de la Deportiva. Álex González adelantó al Pontevedra en el minuto 81, pero faltaba la traca final. Una remontada made in Toralín protagonizada por Yuri y sus hijos Lyam y Ayrán, la siguiente generación De Souza, que ya golean vestidos de blanquiazul. Y ahí fue el delirio de las emociones desatadas, aunque Rufo todavía tuvo tiempo de anotar el tercero de los granates, un rival que quiso contribuir al brillo de una noche inolvidable para el fútbol berciano que se cerró con las palabras de agradecimiento a la afición de su protagonista.