[OBITUARIO] Úrsula Rodríguez: Ingrid Bergman de Jaén
MIGUEL A. VARELA | Pereira conoció a Úrsula en la cola de un cine en el que ponían “Casablanca”. Y Antonio, provinciano con vocación cosmopolita y galán miope más enamoradizo que casanova, aunque alejado de las formas estereotipadamente masculinas de Humphrey Bogart, no perdió la oportunidad.
Aquella Ingrid Bergman de Jaén, guapa, inteligente, divertida, generosa, culta y con un gran talento para caer bien, fue su compañera, su cómplice, su amante, su choferesa y la persona que más ha velado por la herencia literaria del escritor villafranquino, fallecido hace diez años en León.
Desde aquel 25 de abril de 2009, Úrsula Rodríguez Hesles volcó todo su esfuerzo en mantener vivo el legado de uno de los grandes escritores que ha dado este país en el último siglo, a través de la Fundación Antonio Pereira. Impulsando la publicación de la obra poética y narrativa completa, organizando conferencias, montando congresos, favoreciendo la investigación académica, creando becas o promoviendo actividades que han mantenido viva la obra de un gran escritor de provincias, que no provinciano.
Antonio amó profundamente a Úrsula: “la medida del arco de mis brazos”; “en ti se cumplen todos mis caminos”… Úrsula le correspondió con la generosidad que la caracterizaba. Su contagiosa vitalidad se quebró a principios de año, justo cuando la Fundación estaba en plena organización de los actos del décimo aniversario del fallecimiento de su marido.
El próximo 13 de junio el Teatro Villafranquino acogerá Mucho cuento, el espectáculo a la memoria de Antonio que un grupo de amigos estrenamos hace unos pocos días en el Auditorio de León. Úrsula, ya débil, no pudo asistir en persona, aunque su alma estuvo presente en cada uno de los participantes y de los espectadores que llenaron la sala.
Esta mañana falleció en León. Úrsula, la Ingrid Bergman de Jaén, se ha ido con Antonio, el Bogart de la Cábila. Sobre las colinas de Villafranca del Bierzo, la cámara se eleva en panorámica y el viento silba As time goes by…