[LOS GATOS DEL CALLEJÓN] Vivienda digna y adecuada
UNA GATA | Todas las constituciones de los países “avanzados” contienen frases hermosas que declaran enfáticamente los derechos de las personas en multitud de aspectos relacionados con su dignidad, libertad, sexo, religión o condiciones de vida. En concreto, lo hacen también sobre la vivienda, porque se entiende que sin un techo que nos cobije, es difícil hablar de dignidad o de condiciones de vida decorosas. La Constitución Española también toca el tema y en su artículo 47 afirma que:” todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”.
Sabemos, por experiencia, que la simple enunciación de un derecho no garantiza su cumplimiento, y que en muchas ocasiones los preceptos constitucionales funcionan como objetivos a alcanzar que exigen, además, el desarrollo de leyes adicionales que aterricen y materialicen el tema concreto.
De hecho España dispone de una nueva ley -12/2023 de 24 de mayo- y las CC. AA también poseen leyes de alcance autonómico, siguiendo el propio mandato constitucional que en el artículo 148 atribuye a estas entidades competencias en materia de “ordenación del territorio, urbanismo y vivienda”.
Así que la parte normativa parece estar lista y teniendo en cuenta también que en el detalle de las redacciones de todas las normas se subraya la dimensión social de la vivienda sería de esperar que este tema no hubiera llegado a tener las características que lamentablemente posee en España en la actualidad; porque además en la Constitución se establece también que los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias para hacer efectivo ese derecho.
¿Pero entonces? Entonces sucede que en su búsqueda insaciable de beneficios, el capital va buscando nichos de actividad que pueda exprimir como limones y la vivienda es uno de ellos. Nada nuevo, excepto que ahora el capital es mucho más poderoso y tiene capacidad de comprar sectores enteros mediante estrategias agresivas de penetración gradual. Así está cayendo la sanidad pública, la educación y la vivienda; y en una década transforman un sector de primera necesidad en un mercado de oferta y demanda, donde los beneficios se disparan.
En España, según datos de internet al alcance de todos, los dos mayores caseros son CaixaBank, un banco, y Blackstone, un fondo de inversión. Entre los dos suman más de cuarenta mil viviendas; y ampliando el foco las grandes empresas son arrendadoras de más de ciento ochenta y cinco mil viviendas.
Por otro lado, la vivienda es un bien con una tensión fuerte sobre la demanda, debido a múltiples factores: un turismo masivo y creciente, la escasez de la oferta de viviendas nuevas, la venta de vivienda social a fondos buitres, (Madrid, con la Sra Botella de alcaldesa), la impagable colaboración de los grandes caseros de turno, también los “modestos tenedores” de tres o cuatro viviendas que viven de las rentas y muchas agencias inmobiliarias que ya se sabe, a rio revuelto ganancia de pescadores.
Y, en la opinión de expertos en el tema, recogida, por ejemplo, en el diario “El País”, es necesario dar una respuesta rápida a las necesidades de muchos miles de personas vulnerables, siempre con recursos escasos para los que los enunciados de la Constitución son una broma de mal gusto. No vale decir que hay que construir vivienda nueva, entre otras razones porque se necesitan al menos diez años para tener un parque con volumen apreciable, ni liberar más suelo rustico para hacerlo urbanizable, solución que ya se puso en práctica sin resultados positivos.
Las medidas propuestas constituyen un abanico de actuaciones, algunas de las cuales están contenidas en la nueva ley de la vivienda del año 23 que regulan situaciones de facto y que exige el concurso de las CC.AA, algunas de las cuales de ideología “liberal” miran descaradamente para otro lado.
Parece que la «política» está sensibilizada ya con el tema y a falta de llegar a un acuerdo entre muchos intereses cruzados, algunas actuaciones de las comentadas se llevarán adelante. Guardamos la esperanza de que alguien sea capaz de ver si estas actuaciones en zonas tensionadas, son capaces de presentar alternativas que se asocien con soluciones para aquellas que sufrimos «otro» problema con la vivienda, del que hablaremos en una segunda parte. Ahora, la salvaje DANA sufrida esta semana ha hecho pequeños todos los demás asuntos. Toda nuestra solidaridad con las personas afectadas.