Urgen el paso del conjunto de La Recuelga a titularidad pública para frenar su deterioro
El Club Xeitu hace una valoración muy positiva de la declaración del conjunto minero-industrial de La Recuelga como Bien de Interés Cultural (BIC), que acaba de acordar la Junta de Castilla y León.
Con ella, se culminan casi dos años de un expediente que se inició la solicitud formulada por este colectivo el 21 de enero de 2022, a la que siguieron las de otras entidades e instituciones. «Un largo periodo durante el cual hemos compartido un fin común: el reconocimiento acerca de la relevancia de este patrimonio cultural y la concienciación sobre la necesidad de su salvaguarda, frente a la amenaza de intereses privados que pretendían arrasarlo para instalar en su lugar una planta fotovoltaica», valora.
La declaración como BIC ahora aprobada para La Recuelga supone el grado máximo de protección como patrimonio histórico y coloca a este enclave como uno de los escasísimos elementos vinculados a la minería del carbón que cuentan con tal reconocimiento en Castilla y León y en España. Con ello, no solo se reconoce la configuración de un paisaje icónico durante el siglo XX formado por la actividad de la minería del carbón y el ferrocarril, tan determinante para la zona, sino también los valores arquitectónicos, tecnológicos y sociales de sus elementos más representativos: los lavaderos de Antracitas de Fabero y Victoriano González y sus construcciones asociadas, y los restos del cable aéreo que los unía con el grupo Santa Cruz, al otro lado del río Sil.
Para Club Xeitu, «es evidente que esta figura supone un reconocimiento efectivo, que necesitaba y merecía este extraordinario patrimonio que tenemos la suerte de que se haya conservado en nuestra tierra». Pero también la parece evidente que supone a su vez una oportunidad y un reto. «Han de ser las administraciones públicas y los agentes locales los que se ocupen de conseguir que este legado patrimonial pase cuanto antes a titularidad pública, haciendo frente al avance de su abandono y deterioro, y dando pasos para su puesta en valor», subraya. Con ello, concluyen, «además de la conservación de un patrimonio cultural que es de todos, se podrá contar en el futuro con un elemento de dinamización que colocará al Alto Sil en el mapa del turismo del patrimonio industrial, que con gran éxito genera empleo y riqueza en zonas no tan lejanas».