Pepón Nieto protagoniza en el Bergidum una experiencia teatral tan caótica como divertida
Un reparto lleno de talento encabezado por Pepón Nieto y una inteligente dirección de Andrés Lima convierten La comedia de los errores de Shakespeare en una experiencia teatral tan caótica como deliciosamente divertida que llega al Bergidum los días 21 y 22 de noviembre.
Pepón Nieto y Santiago Molero encabezan de forma magistral el elenco de actores, junto con Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad y Esteban Garrido, que desde el primer minuto engancha al espectador de este espectáculo inteligente, gracioso, complejo y liviano al tiempo, de extraordinaria dificultad técnica para los intérpretes, vertiginoso, jocosamente enmarañado, que enhebra sin despeinarse clasicismo y modernidad.
Estrenado en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida en el verano de 2023, el argumento nos lleva a Éfeso, ciudad llena de fulleros, magos, hechiceros, brujas y truhanes. Antífolo y Dromio, amo y criado, llegan a la ciudad buscando a sus respectivos hermanos gemelos. El padre de ambas parejas también llega a Éfeso, es detenido por extranjero sin papeles y condenado a muerte. Solo encontrando a sus hijos podrá salvarse.
La situación desencadena una sucesión de divertidos equívocos que convierte la función en una hilarante comedia que atrapa al público y se lo mete en el bolsillo de principio a fin, “donde talentosos actores dan vida a un tinglado digno de un enredo shakesperiano y las risas se entrelazan con la brillantez direccional y escénica, creando una experiencia teatral tan caótica como deliciosamente divertida”, según ha resumido un crítico.
Además de a los actores, la crítica ha subrayado la labor de dirección de Andrés Lima, uno de los nombres imprescindibles en el teatro español contemporáneo, que “ha sabido insuflarle una soltura ácrata y libertaria en la que el escenario, y por extensión la vida, se convierte en un espacio libre donde cada uno puede elegir ser lo que quiera: sultán, ramera, monja, verdugo o comerciante turco. Y si no funciona, pues se cambia. Puro travestismo moral que parece tornarse, ante la realidad circundante, en reivindicación política”.