Frente común de los sindicatos para intentar salvar los 140 empleos de Ibermón y Emobi
CGT, CCOO y UGT reprochan a la Junta de Castilla y León que no se haya interesado por la situación de los trabajadores.
Las tres centrales sindicales que conforman los comités de empresa de Ibermón (CGT, UGT, CCOO) y Emobi (CGT, CCOO) han acordado establecer una estrategia común «para la mejor defensa de todas las personas trabajadoras de las dos empresas», ante la evidencia de que «el futuro de ambas empresas está unido, sea cual sea, y por lo tanto el futuro de ambas plantillas será el mismo».
Desde que las dos compañías entraron en concurso de acreedores, los comités han celebrado varias reuniones presenciales tanto con la dirección de las empresas como con el administrador concursal, mantienen comunicación telefónica periódica con las partes y se han reunidocon los asesores de los sindicatos y con sus servicios jurídicos. «Y no dejaremos de hablar, reunirnos o llamar a las puertas que hagan falta», advierten.
Los sindicatos señalan que si bien al inicio de este proceso se les presentaba como aspecto primordial el mantenimiento del empleo, «ahora con la aparición de la segunda oferta ya no nos queda tan claro si lo principal va a ser el mantenimiento de los puestos de trabajo». Y es que, apostillan, «según nos expone el administrador concursal lo que antes era gris, ahora es gris muy oscuro», mientras que según la empresa «todo va por sus cauces». Por ello, tiene la sensación de que «no están en la misma guerra».
Los comités de empresa de Ibermón y Emobi reprochan a la Junta de Castilla y León –»que es parte participante de las empresas», recuerdan– haya «dejado de lado» a las plantillas. «No han mediado, no han participado en las reuniones, ni tan siquiera se han interesado por la situación de las personas trabajadoras afectadas. El consejero Suárez-Quiñones, que en campaña prometía cientos de empleos para estas empresas, hoy se esconde», recriminan.
Mientras tanto, la preocupación de las plantillas, que todavía no han cobrado el salario de octubre «y no tienen la garantía de que lo vayan a cobrar», se incrementa. «La desesperanza, el desánimo y la angustia crecen cada día en más de 140 familias de manera directa, más las que se vean afectadas de manera indirecta, que ven como está en la cuerda floja su sustento de vida», se lamentan.