[TRIBUNA] El Congreso de Sevilla: Olegario Ramón y el arte de liderar sin oposición
ROSA ESPINADA | Olegario Ramón afronta el 41º Congreso del PSOE en Sevilla con una clara prioridad: mantenerse en política al menos una década más. Aunque su control sobre la Agrupación Socialista de Ponferrada es indiscutible, con una militancia desmotivada y sin contrincantes que cuestionen su liderazgo, su necesidad de prolongar su trayectoria pública va más allá de las ambiciones de poder. Para Ramón, la política no es solo un proyecto, sino una necesidad, ya que volver a su puesto como funcionario de justicia no sería precisamente un regreso cómodo ni bien recibido.
Ramón ha construido su posición en la agrupación local con una estrategia efectiva, aunque poco inspiradora: el desgaste. Ha logrado desactivar cualquier tipo de oposición interna, agotando a posibles rivales y convirtiendo la agrupación en un espacio donde los militantes prefieren mantenerse al margen. Este control no se debe tanto a un liderazgo carismático o a propuestas innovadoras, sino a la creación de un entorno donde cuestionarlo resulta inútil.
Ahora, Ramón se enfrenta a un tablero más complejo en Sevilla, donde deberá posicionarse entre dos polos del PSOE provincial y autonómico. Por un lado, Javier Alfonso Cendón, secretario provincial y cercano a Pedro Sánchez, espera fidelidad incondicional de Ponferrada. Por otro, Luis Tudanca, que ha tomado distancia de Ferraz, está ofreciendo a las agrupaciones locales, incluida Ponferrada, propuestas atractivas que prometen mayor protagonismo en la política regional. Ramón, pragmático como siempre, sabe que cualquiera de las dos opciones puede ser una oportunidad, pero también un riesgo.
Su estrategia parece clara: mantener su control absoluto en la agrupación de Ponferrada mientras busca posicionarse en el ámbito provincial o autonómico. No es ningún secreto que Ramón aspira a dar el salto a la política regional o incluso hacerse con la secretaría provincial, lo que le permitiría consolidar su carrera y garantizar su permanencia en la esfera política durante al menos una década más.
En cualquier caso, Ramón no parece tener prisa. En la Agrupación Socialista de Ponferrada, su liderazgo es incuestionable, no porque haya una adhesión masiva a su figura, sino porque no hay nadie dispuesto a disputarle el espacio. El Congreso de Sevilla será para él una oportunidad de reafirmarse, pero su verdadero desafío es mantenerse en el poder mientras construye el camino que le permita continuar en política sin sobresaltos. Olegario Ramón no solo gobierna su agrupación: la domina, sin oposición y con la vista puesta en un futuro donde la política siga siendo su único refugio.