[LOS GATOS DEL CALLEJÓN] El momento actual
OTRA GATA | Comenzamos el año con un dato inquietante que, seguramente, no causará ninguna agitación en los agentes políticos y sociales: en 31 ayuntamientos de nuestra comarca el número de pensionistas supera al de trabajadores en activo. Para las que vivimos aquí, no es necesario encuadrar el dato, pero para aquellos que no sigan de cerca la evolución socioeconómica de nuestra tierra, indicar que llevamos varios años seguidos perdiendo población y es necesario retroceder medio siglo para encontrar datos demográficos similares a los actuales. En cuanto al empleo, vamos a contracorriente de la tendencia general de España y en concreto con pérdidas durante los últimos cuatro meses. Es decir, que con una población decreciente el paro aumenta; no parece que esta situación permita tener buenas sensaciones para el futuro.
Y eso, a pesar de la cantidad de «planes» y «proyectos» que han presentado por distintos agentes en estos últimos años. Qué decir de la prometida reindustrialización por el cierre de la minería del carbón y las eléctricas. Los planes que vinieron a vender desde Madrid, se han quedado en nada y la otrora famosa Transición Justa que garantizaba que “nadie se quedase atrás“ se ha diluido en un mar de reuniones de políticos, empresarios y asociaciones de todo tipo. Como aquella famosa «Mesa por León»: cuatro fotos, alguna comilona y dos o tres contratos para «arrimados». Además, pudimos asistir a la bochornosa huida de la comarca de la empresa bandera del Bierzo, “Endesa”, que planteó sus propias iniciativas, buscando, quizás, lugares en los que localizar almacenes de residuos («tratamiento» puede que le llamasen) y avanzadas tecnologías de vaya usted a saber que; eran la tinta que suelta el calamar mientras agita el ambiente y gana tiempo para escapar.
Algún arqueólogo que busque vestigios de aquellos años encontrará la momia de Ciuden, que todavía rezuma la estulticia de los políticos que de un modo u otro se empeñaron en controlarla, aunque no supieran qué hacer con ella y el impagable elenco de directores, rufianes unos ,incapaces y abúlicos otros, que han transformado una institución que debía ser valiosa, en algo irrelevante y ausente.
Pero, ¿y los propios?. Vamos a subrayar que, las competencias sobre casi todos los males de esta tierra, no hay que buscarlos en planetas lejanos. Junta de Castilla y León, Diputación de León o ayuntamientos, son los responsables del día a día de nuestras vecinas y vecinos y han conseguido que todas apuntemos con el dedo a «terceros», cuando el daño principal lo están provocando los de casa con su indolencia e incompetencia. Estamos cerca del ecuador de los mandatos y no hay absolutamente NADA que haya mejorado nuestros pueblos, aunque hicieran propuestas a bombo y platillo en las etapas preelectorales (noten que no citamos al C.C.B.; para darnos el “buenos días” nos sobramos sin necesidad de más).
La Junta ha conseguido, hace tiempo, que perdamos toda esperanza en la institución («ni una mala palabra ni una buena acción» se decía). No mejoran ni amplían nuestras infraestructuras; realmente, ni siquiera las mantienen. El eje del Sil, la CL-631, estuvo semanas cerrada antes de hacer siquiera una alternativa con semáforos. Por supuesto, no dotan de nuevas especialidades y oportunidades educativas a nuestros institutos y raro es el año que no nos cierran aulas. Cada vez hay menos médicos de familia, reduciéndose a días sueltos la apertura de los centros de salud en los pueblos; a este paso, llegaremos a ver la «apertura por horas»: una a la semana. A mayores, la semana pasada supimos que el Hospital del Bierzo es el segundo con mayor tiempo de espera de Castilla y León, y no es que nuestra autonomía tenga al resto de hospitales en el top del estado. Pero aun así, hay quien cree que el Partido Popular puede aportar algo al Bierzo.
La Diputación es ese «órgano de gobierno y administración autónoma de la Provincia«, que sirve de apoyo a los ayuntamientos pequeños, pero que se constituye de acuerdo al resultado electoral de los grandes y donde quienes ocupan las sillas, son designados «digitalmente» por los partidos entre aquellos concejales o alcaldes con más afinidad al mando. Si lo dudan, escarben un poco en el nombramiento del presidente actual, que seguramente, batirá todos los registros de desidia e inoperancia, al menos desde los tiempos inmemoriales de la Sra Isabel Carrasco. Con eso está todo dicho. ¿Todavía dudan?,¿Conocen Vds. algún plan iniciado desde la Diputación que esté aportando algo nuevo? ¿Se ha ejecutado, diseñado o propuesto algún proyecto de desarrollo que genere oportunidades en nuestra comarca?. Nosotros no. Y eso que dicen que el presidente es de aquí. Igual, por cierto, que el anterior. Este gobierno provincial lo componen PSOE y UPL, los apuntamos, porque en definitiva, son responsables de que ese señor esté ocupando un puesto que claramente no merece.
Nos quedan los ayuntamientos, que efectivamente no son todos iguales; el tamaño de un municipio define también las competencias y responsabilidades a la hora de gestionar servicios, pero todos tienen algo en común, se constituyen en reinos de taifas que suelen estar a “lo suyo” y que se escudan en el tamaño o la falta de recursos para elevar los hombros cuando les preguntan sobre el futuro de sus vecinas y vecinos. En su cómoda miopía siguen sin comprender que las posibilidades de desarrollo disminuyen notablemente cuando se microniza el territorio. Y aquí también apuntamos a los partidos que se definen como “bercianistas”, que usan este lema para acceder posiciones de gobierno en coalición y hacen mutis una vez instalados.
En resumen, una vez más, las conclusiones sobre la gestión de nuestros líderes políticos son bastante negativas; y por si fuera poco tenemos que soportar batallas y rencillas que nada tienen que ver con los problemas de la comarca. A pesar de ello, llegando las elecciones, unos y otros se quejarán de la desafección hacia la política y la aparición de propuestas extremas cuya popularidad corre pareja al descrédito y cansancio que producen
No dejemos que nos venza el desánimo. Con algo de organización y muchas ganas, se puede movilizar a la sociedad , y hemos tenido un ejemplo reciente, como las más de 100.000 firmas recogidas por Oncobierzo. Bercianas, este puede ser el momento.