Fala Ceibe critica los «deficientes» cuadernos de gallego del Instituto Leonés de Cultura
El colectivo cultural Fala Ceibe do Bierzo ha cuestionado la reciente elaboración de las unidades didácticas de gallego para los centros educativos de la provincia, que en su opinión presentan «evidentes deficiencias en el tratamiento del idioma gallego de El Bierzo».
Los cuadernos, apunta Fala Ceibe en su análisis, «comienzan con la delimitación entre las lenguas gallega y leonesa. Por eso las referencias a las características gramaticales y geográficas. Javier Miguélez Rodríguez ha elaborado un mapa de los dos idiomas con sus límites. Según comenta se basa en los trabajos de investigación de los dos filólogos (Jesús García y Ana Seco). Un mapa que se fundamenta en la toponimia y en las isoglosas. En fin un mapa idiomático más que no aporta nada a la realidad sociolingüística de El Bierzo en el siglo XXI».
Entre los objetivos de dichos cuadernos destacan, “fomentar conocimiento del gallego” y “la capacidad de comunicación del alumnado”. Sin embargo, advierte Fala Ceibe, «no creemos que se aprende mucho gallego tras leer dichos cuadernos y menos comunicarse en dicho idioma. Además, sus autores insisten en valorar la cultura gallega. La visión tan tradicional de la lengua gallega que presentan dichos cuadernos parece propia de un pasado rural sin visos de modernidad».
Respecto a los contenidos, reprochan que se limiten a vocabularios tradicionales, literatura oral, tradiciones y a autores como Martín Sarmiento y Antonio Fernández y Morales, «y punto», obviando los textos medievales y el uso actual del gallego en medios de comunicación o redes sociales.
Los autores de estos cuadernos sobre la lengua gallega son on Javier Miguélez Rodríguez y Amanda Álvarez Fernández, los mismos que ya elaboraron los cuadernos de lengua leonesa, algo que a Fala Ceibe le parece «muy curioso». Y destaca que «vemos en los dos cuadernos de las lenguas leonesa y gallega mucho copia y pega, tanto en diseño como apartados. La pena es que no hubiera bercianos galegofalantes para elaborar otro trabajo lingüístico con más acierto».
Faltan otras realidades lingüísticas de hoy
También echa de menos Fala Ceibe las referencia a la toponimia del Bierzo. «Nada de oronomía, antroponimia, fitotoponimia, zoonimia, etc. Un rico patrimonio toponímico ignorado por los mencionados autores que parece no tener valor pedagógico para el alumnado. Nosotros pensamos que su conocimiento ayuda a estudiar mejor el gallego local, así como comprender la historia de las diversas localidades rurales», explican.
«Por supuesto, los autores ya no tuvieron espacio físico para valorar aspectos modernos del idioma gallego. Nos referimos a la clarificación de aspectos básicos como normalización lingüística (uso administrativo, escolar…), normativización idiomática (léxico, gramática, fonética…) y oficialidad. Suponemos que no quisieron meterse en temas algo politizados para preservar su peculiar objetividad. Ellos prefieren mejor hablar del pasado cultural (tradición, etnografía, filología…), que la sociología lingüística actual es muy problemática, peligrosa y dialéctica», censura Fala Ceibe.
Del mismo modo, respecto a la utilidad del gallego actual, Fala Ceibe cuestiona que no se incluya ninguna mención al gallego y al portugués que se enseñan en diversos centros educativos del Bierzo. «Olvidan su utilidad para continuar estudios universitarios en Galicia y Portugal. Sí, el gallego es internacional con el portugués que tanto deriva del gallego. Ambos idiomas se usan profusamente en internet y redes sociales. Pero para los autores mencionados, todo esto carece de importancia y lo ignoran, mejor incidir en el gallego tradicional y más rural, pervivencia secular. En fin, que pobre ayuda prestan al gallego con esa visión del pasado. Pero el alumnado lo que quiere es un idioma gallego funcional y útil a sus intereses educativos, profesionales y de ocio diario.», concluyen,