[TRIBUNA] Enjambre sísmico en La Cabrera
ANTONIO ARETXABALA | La madrugada y mañana del 1 de marzo de 2025, en la comarca de La Cabrera se ha producido un enjambre sísmico con una veintena de temblores con magnitudes que van de 1,3 a 3,1. De momento, ninguno ha sido sentido por la población según los datos del IGN (figura 1).

Figura 1: Terremotos sucedidos el 1 de marzo de 2025 en la comarca de La Cabrera hasta las 12 del mediodía. A la izquierda se puede ver la cronología de la serie y la magnitud y a la derecha la localización de los epicentros al sur de Ponferrada.
Desde que tenemos registros sabemos que el área donde han brotado los temblores nunca ha generado terremotos destructivos, aunque cuenta una leyenda (y la Enciclopedia Galega Universal) que Cacabelos fue destruida por un terremoto en el año 1108 y que posteriormente fue reconstruida por orden del arzobispo de Santiago, Diego Xelmírez, quien además, la hizo repoblar ordenando la construcción de una iglesia. Para encontrar otro terremoto de cierta intensidad en tierras leonesas hay que viajar en el tiempo hasta 1605 en que nos llegan noticias desde León capital.
En Ponferrada, el 10 de abril de 1829, se da testimonio de un evento con intensidad IV. Molinaseca registró en 2006 el mayor evento conocido en la era instrumental, alcanzó una magnitud de 4,1 con una intensidad de V. En lo que va de siglo XXI, el área ha registrado 119 de los 134 terremotos históricos conocidos. Las magnitudes van desde M0,5 hasta el M4,1 citado en Molinaseca. Media docena de ellos fueron sentidos por la población. El de Molinaseca con intensidad V sucedió el 10 de junio de 2006, Benuza el 12 de octubre de 2007 con M3,1 e intensidad III y ya con intensidades de II Encinedo el 2 de abril de 2011, Benuza el 2 de febrero de 2014, Castrilllo de Cabrera en 2017 y Truchas en 2018 (ver figura 2).
Existe una falla situada en los Montes de León que va desde el norte de la provincia de Zamora hasta El Bierzo con una profundidad de unos 30 km. Fue descubierta apenas hace dos décadas. Por sus características hay que descartar la posibilidad de que esta falla genere grandes terremotos en territorio leonés, sin embargo, la región sí puede sufrir movimientos de terremotos que se producen en otros lugares más o menos lejanos, como en Galicia. Pero sobre todo, al igual que en otras áreas de Iberia, fue el gran terremoto de Lisboa de 1755 el que —de momento— más impactó en esta zona, aunque el epicentro estaba en el mar, afectó a Marruecos, Portugal y a toda España.

Figura 2: Los 134 terremotos sucedidos en la comarca de La Cabrera desde que hay registros (1370) hasta las 12 del mediodía del 1 de marzo de 2025. A la izquierda se puede ver la cronología, magnitud e intensidad en lo que va de siglo XXI. A la derecha la localización de los epicentros.
El terremoto de Lisboa en El Bierzo
Fue el día 1 de noviembre de 1755 cuando se produjo el terremoto más destructivo que recoge la historia de Europa. Brotó en algún lugar de la corteza oceánica entre Marruecos y Portugal. El mayor impacto fue en Portugal, especialmente en la ciudad de Lisboa, por eso se conoce como el gran terremoto de Lisboa. En España, los mayores destrozos y el mayor número de víctimas se dieron en el SO, en Huelva y Cádiz. Es muy ilustrativo, para ver los efectos de la catástrofe, visitar y observar con detenimiento los arreglos posteriores y las medidas tomadas para paliar los efectos sísmicos, por si algo así volvía a ocurrir, en la catedral de Zamora, allí golpeó con intensidad VI los casi diez minutos que duró.
En Galicia alcanzó intensidades de V y VI en el área que va de Bayona a Pontevedra. Afectó con grandes olas a las costas gallegas y el mar se retiró en Avilés y en otros puertos de Asturias, tal y como nos contaba Francisco Reconco en una crónica en esas fechas. El epicentro de este gran terremoto ha sido revisado en varias ocasiones; alcanzó una magnitud de M8,8 y ocasionó cerca de 100.000 víctimas entre el propio evento sísmico, el posterior tsunami, los incendios y el caos social de los días y meses que vinieron después.
El relato que hacen el corregidor y el Alcalde mayor de Ponferrada nos da una idea del horror que tuvo que vivir la población, con el primer terremoto de ¡13 minutos de duración! que más tarde rebaja a unos cinco y las numerosas réplicas posteriores. Como era habitual hasta entonces, el origen sobrenatural del fenómeno tenía también una manera de ser paliado: rezos, procesiones y misas.
Estaremos atentos haciendo el seguimiento del enjambre, todos los años se producen tres o cuatro eventos de este tipo en la Península Ibérica y como toda tormenta, vienen y van. Solamente cuando hay áreas muy pobladas cercanas, estos son sentidos por la población, eso sí, si no alcanzan magnitudes por encima de M3, aunque todo depende del tipo de terreno, edificación, horario y otras variables que estudiamos quienes investigamos el fenómeno sísmico.
- Antonio Aretxabala es doctor en geología y experto en sismicidad.