[TRIBUNA] Hacia unos festejos populares democráticos y participativos en Ponferrada
RICARDO BOUZAS MENDES | El movimiento vecinal en España tiene su origen en la lucha por la mejora de las condiciones de vida en los barrios, especialmente durante los últimos años del franquismo y la Transición democrática. En los años 60 y 70, las asociaciones de vecinos surgieron en respuesta a la falta de infraestructuras, servicios públicos y derechos ciudadanos en muchas ciudades y pueblos. Durante la Transición, jugaron un papel clave en la democratización de la vida municipal, convirtiéndose en un canal de participación ciudadana y en un motor de reivindicación de mejores condiciones para las comunidades locales.
En democracia, el movimiento vecinal ha seguido siendo fundamental en la defensa de los intereses de los barrios, la mejora de los servicios públicos y la reivindicación de políticas municipales justas. Sin embargo, cuando las asociaciones vecinales asumen roles que no les corresponden, como la organización de fiestas locales, se produce una distorsión de su función original. Esto puede generar conflictos entre vecinos con diferentes visiones, aumentar la carga de trabajo de las asociaciones y hacerlas más vulnerables a presiones políticas o económicas.
En Ponferrada, esta confusión de roles ha provocado que algunas asociaciones vecinales, especialmente en barrios como Cuatrovientos y Flores del Sil, asuman la gestión de festejos locales sin los medios ni la estructura adecuada para ello. Este modelo no solo debilita el movimiento vecinal, sino que también pone en riesgo la convivencia entre los propios vecinos, ya que introduce debates festivos en espacios que deberían centrarse en la reivindicación de mejoras para los barrios.
A esto se suma un riesgo aún mayor para la convivencia: la reciente concesión, presentada en marzo, de la gestión de los festejos populares de barrios y pueblos a una única entidad. Este modelo excluyente refuerza la falta de participación democrática en la organización de las festividades, perpetuando un sistema en el que las fiestas quedan en manos de unos pocos, sin atender a la diversidad de la sociedad ponferradina.
La diversidad festiva en España y la falta de estructura en Ponferrada
- Peñas, clave en eventos como los Sanfermines en Pamplona o la Feria de Málaga.
- Casales, fundamentales en las Fallas de Valencia, donde gestionan la construcción de monumentos y actividades.
- Collas y castells, esenciales en festividades como la Magdalena en Castellón y las torres humanas (castells) en Cataluña.
- Comparsas, protagonistas en carnavales como el de Cádiz o en las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy.
- Cuadrillas, comunes en fiestas del norte de España, como las de San Mateo en La Rioja.
- Clanes y bandas, con un papel central en desfiles y pasacalles de muchas localidades.
- Quintos, con una tradición fuerte en pueblos de Castilla y León, donde organizan festejos juveniles.
- Equipos y sociedades festivas, como las que estructuran la Tamborrada de San Sebastián.
En Ponferrada, sin embargo, la estructura festiva es débil. Existen algunas peñas, pero con una participación muy limitada, especialmente en los carnavales y en las Fiestas de la Encina. La falta de entidades festivas fuertes ha llevado a que la organización de muchas festividades recaiga en asociaciones vecinales, lo que genera una confusión de roles que no beneficia ni al movimiento vecinal ni a la calidad de los festejos.
La concesión de las Fiestas de la Encina a una sola organización agrava esta situación, eliminando cualquier posibilidad de participación ciudadana real y consolidando un modelo de exclusión y opacidad.
La necesidad de democratizar las fiestas en Ponferrada
- Falta de diversidad: Se imponen los gustos y formatos de un solo grupo organizador.
- Exclusión de colectivos: No se permite que asociaciones culturales, peñas o barrios participen activamente en la programación.
- Opacidad en la gestión: No hay mecanismos claros de rendición de cuentas ni transparencia en el uso de fondos públicos.
La concesión recientemente presentada en marzo agrava aún más esta situación, consolidando un modelo en el que las fiestas de los pueblos y barrios Ponferrada quedan en manos de una única entidad privada, impidiendo la participación de otros actores y dificultando la representatividad de la ciudadanía.
Si Ponferrada implementara un modelo más justo y participativo, las asociaciones vecinales quedarían liberadas de esta responsabilidad, pudiendo centrarse en sus objetivos sociales y reivindicativos sin verse envueltas en polémicas festivas.
Un nuevo modelo de organización: Participación y descentralización
- Representantes del Ayuntamiento.
- Asociaciones culturales y festivas, como peñas y comparsas.
- Delegados de los barrios y pueblos del municipio.
- Comerciantes y hosteleros, que se benefician de la actividad festiva.
- Ciudadanía en general, con un sistema de elección abierta.
- Establecer espacios festivos en barrios como Cuatrovientos, Flores del Sil, La Placa y Compostilla.
- Incluir eventos descentralizados para que cada zona tenga su propia identidad dentro de las Fiestas de la Encina.
- Reforzar las 35 festividades locales que se celebran en los distintos barrios y pueblos de Ponferrada.
- Incentivar la formación de peñas y sociedades festivas con apoyo municipal.
- Facilitar la autogestión de agrupaciones culturales dentro de la estructura festiva.
- Garantizar que las festividades incluyan la participación de colectivos diversos, desde jóvenes hasta mayores.
Conclusión: Un cambio necesario para la convivencia y la pluralidad
Las Fiestas de la Encina y las festividades de los barrios y pueblos de Ponferrada deben ser pluralistas, participativas y descentralizadas. La actual concesión a una única entidad de los festejos populares de barrios y pueblos limita la diversidad y convierte las fiestas en un negocio en lugar de un evento ciudadano.
La democratización de los festejos no solo mejorará su calidad, sino que también garantizará que sean un reflejo real de la sociedad ponferradina en toda su diversidad, permitiendo al movimiento vecinal centrarse en su verdadera función y mejorar la convivencia ciudadana.

Procesión de San José Obrero en las fiestas de Cuatrovientos | BierzoDiario