Crisis en Villafranca: El reglamento federal del PSOE avala a los díscolos frente al alcalde

La norma establece que la posición sobre los puntos del orden del día se decide por mayoría y obliga a todos los miembros del grupo.
¿Quién rompió la disciplina de voto en el grupo socialista del Ayuntamiento de Villafranca? Aunque algunas voces de dirigentes del partido han atribuido en las últimas horas esa infracción a los cuatro concejales que votaron en contra de la postura del alcalde sobre la peatonalización de la calle del Agua –dejando caer incluso la posibilidad de que sean sancionados– la lectura del reglamento federal del PSOE que desarrolla los estatutos del partido provee de munición para defenderse, e incluso para atacar, a los concejales díscolos.
En efecto, el artículo 235 –en el que se regulan las reuniones de los grupos socialistas en las instituciones– señala que estas se celebrarán preceptivamente antes de los plenos ordinarios y extraordinarios de la corporación, bajo la presidencia del alcalde, y de ellas se levantará un acta. Y en el cuarto epígrafe establece taxativamente que «los acuerdos se adoptan por mayoría simple y son de obligado cumplimiento para todos sus miembros».
A mayor abundamiento, y por si quedara alguna duda sobre el órgano competente para decidir en esta materia, el articulo 236 aclara que a esa reunión de los miembros socialistas de cada institución corresponde «acordar la posición del grupo en los temas incluidos en el orden del día de plenos y comisiones informativas». Respecto al alcalde, acota sus competencias a las de coordinar la actividad de los miembros del grupo, elaborar el orden del día de las reuniones de acuerdo con las propuestas del grupo, y establecer y mantener los contactos entre el grupo y el partido en coordinación con la secretaría de política municipal o institucional.
En una interpretación que podría calificarse de presidencialista, algunos dirigentes del PSOE comarcal han tratado de cargar el peso de la culpa sobre los cuatro ediles que no secundaron la postura del alcalde de Villafranca, Anderson Batista, quien a su vez no descarta removerlos de sus funciones como acaba de hacer con el representante de Coalición por El Bierzo, al que ha destituido de todos sus cargos en el equipo de Gobierno. Esa atribución sí corresponde exclusivamente al regidor, que sin embargo quedaría en una posición política muy delicada e incluso próxima a la ingobernabilidad del consistorio.
La dirección del PSOE ha anunciado su intención de convocar a todos los miembros del grupo –el alcalde y los cuatro ediles discrepantes– a una reunión con el objetivo de limar asperezas y, si es posible, enterrar el hacha de guerra. Después de que en un primer momento trataran de restarle importancia e incluso de negarla, en el partido a nadie se le oculta ya que se enfrentan a una grave crisis en un ayuntamiento que habían logrado reconquistar en las pasadas elecciones municipales. Gobernar en minoría, hacerlo con el apoyo del PP o forzar la dimisión del alcalde para recomponer el pacto con Coalición son las opciones que están ahora mismo sobre la mesa a la espera de los resultados de esa reunión interna.