[CARTAS] Folgoso punto final
Es el año del 25 aniversario de folgoso.com, pero el Webmaster no está para fiesta.
Hasta hace unos años pensaba en “folgoso punto com” como algo ya intemporal, como un legado que quedaría ahí para el futuro.
Lo cierto es que la Web sobre Folgoso de la Ribera y más allá, la parí cuando la propia Internet aún estaba empezando a extenderse; cuando en poblaciones mucho más populosas y populares aún no tenían página.
folgoso.com tiene diecisiete mil archivos. Y aunque un pedazo de ellos no son sobre Folgoso de la Ribera, ya que folgoso.com es un portal que acoge por ejemplo la mayor Web en español sobre el músico Vangelis… folgoso.com es, objetivamente, la mayor fuente de información de este municipio, y además recoge miles de momentos ya únicos e irrepetibles.
folgoso.com durante un tiempo fue una especie de periódico local, y aunque es algo que hacía (y hago) altruistamente, me costó incluso alguna discusión por no haber publicado tal o cual cosa en la Web, como si ya fuera una responsabilidad hacerlo.…
Tampoco económicamente folgoso.com me ha reportado un céntimo jamás, de hecho tengo que gastar dinero yo en dominio y alojamiento… y hasta me temo que me haya restado dinero de mis negocios, porque me temo que haya quien si no le gusta tal o cual comentario, lo hace pagar no comprando.
También he recibido críticas por ejemplo por escribir artículos desde el “yo”… como si acaso hubiera otra forma de percibir el mundo.
Así las cosas, pensé hace tiempo en no publicar ningún artículo más; y estaba en ello, pero pronto toca preparar la “revista” anual de “folgomadrileños”, donde habitualmente escribo un resumen anual de aconteceres en el pueblo, y un artículo aparte… y no me gusta dejar las cosas sin explicar su porqué, de ahí éste.
A estas alturas, no sé si será cosa de la edad, de eso que llaman crisis de los cuarenta, o de una temporada con el ánimo bajo acompañando al tiempo gris… me pregunto hasta qué punto habrán valido la pena sacrificios que he hecho por mi pueblo y municipio, ya que hubo incluso un tiempo en que ponía las ideas y los ideales por encima de mí mismo. Como alcalde por ejemplo me dejé literalmente más años de vida que los que trascurrieron, perdiéndome además mucho de los primeros años de mi hija mayor …Y aunque sobre algunas cosas ahora solo tengo energía para la resignación, puedo decir que yo “al menos lo he intentado”… pero sí, mirando atrás me pregunto si aquello y más asuntos merecieron lo que me costaron.
Hablando del Ayuntamiento, por cierto, hace unos meses llegaron al mismo quejas por unas mesas al lado de las escuelas, en la acera esa gigante e inutilizada de donde el pino… quejas porque esas mesas ya no estaban frente al desaparecido Bar Moralejo sino frente a mi fuente de ingresos actual, una humilde tienda y unas máquinas expendedoras. No sé si tomármelo como un ataque personal, político, de negocios…. aunque sea lo que sea eso solo cabe en una mente pequeña. Todo negocio en el pueblo aporta algo, y si no debe haber envidias ni nada entre bares aunque haya varios, pues todos tienen derecho y cada cual debe tratar de hacerlo bien por sí mismo, mucho menos debe haber problemas por unas máquinas expendedoras que eso sí que no es ya ni competencia, porque a un bar se va a socializar. La sed si se quiere se quita en casa. Pero en fin… que a estos puntos llegamos. Y no tengo la menor duda de que cuando me toque dejar la tienda, cosa que apunta más cerca que lejos, habrá quien se alegre…
En un pueblo, cuanto más pequeño más conviene que le vaya bien a los demás, porque a base de perder piezas se acaba desmoronando todo, pero hay quien no ve eso hasta que el desastre le llega a sí mismo. Hay quien es tan infeliz que su disfrute es el mal ajeno. Sé, por supuesto, que la mayoría de la gente del pueblo no es así y yo hay una cuanta a la que le estoy agradecido.
Pero llevo unas cuantas decepciones y por eso aquí me tenéis con estas divagaciones.
Tengo también la impresión de que seguimos dirigiendo el mundo hacia la mierda sin que a la mayoría le importe, y estoy en el punto de intentar que a mí tampoco deba importarme. Y bueno… decía eso pensando en los animales y el medio ambiente, pero aún puede que se vaya a la mierda por la vía del atajo, con las guerras a las que nos pueden llevar los viles con poder. No sé hasta qué punto hablan en serio estos días del rearme de Europa y de ese kit de supervivencia… no sé si se trata ya de un ensayo de control de la población con el miedo, cual “1984”. Porque puede que esté bien tender a valerse por sí mismos, pero vamos que si Rusia quisiera liarla gorda ya no se iba a esperar a esas preparaciones, y con las armas nucleares que dicen que tiene puede que le esté dando hasta la risa. En fin…
Algunas cosas de las que hice siendo alcalde ya ni están, y otras las eliminarán o cambiarán otros que vengan detrás, o simplemente se acabarán estropeando. Y esto no es ni siquiera una queja, porque hay que entender que cada cual haga lo que le parezca conveniente en su turno, sino una constatación de que todo es perecedero. Sí admito que me joroba, aunque sé que es inherente a la exposición pública, que por mucha ilusión y esfuerzo que se ponga en algo… por muy importante que sea algo que se haga, siempre habrá alguien para quien lo importante será echarlo por tierra, criticar, desacreditar, desprestigiar… Me ha ocurrido incluso el caso de una persona cambiarse se acera para no cruzarse conmigo… precisamente en ese caso, por algo que el ofendido debería ser yo. Bueno… pensándolo de otro modo tal vez fuera por vergüenza, pero que no se preocupe que no soy una persona rencorosa. O gente que te mira de pronto de modo distinto no se sabe ni porqué… tal vez porque le hayan contado algo por meter cizaña y lo haya creído sin comprobarlo. Estas cosas pasan a veces incluso entre personas que se llevan bien, y es una lástima.
Qué tiempos estos de irse a los extremos y a separar, en parte por las redes sociales, en las que hay quien caga más que en el WC.
Como no las regulen, esto no puede acabar bien.
Lo cierto es que la única manera de no tener ningún tipo de problemas es no hacer absolutamente nada, no mover un dedo por causa alguna ni comentar absolutamente nada, ni aunque lo comentado sea en pos de mejorar algo. Quede claro que no estoy diciendo nada con victimismo… solo con desaliento. Y con desaliento pero sin pena. Simplemente uno cada vez va siendo más consciente de que estamos de paso, de que la única certeza que tenemos en la vida es la muerte. Y uno va adquiriendo esa consciencia a la vez que va madurando (o envejeciendo), de modo que simplemente se va aceptando como algo natural.
Y, volviendo al principio, soy consciente de que folgoso punto com también tendrá en algún momento su punto final. No creo que sea en este año de su cuarto de siglo, pero cuando sea que sea, seguramente ya no le importe a nadie. Será algo, por tanto, que llegará también sin pena.
Desde no me acuerdo de qué año de mi legislatura, a la estática Web del Ayuntamiento se le añadió Sede Electrónica con sus actualizaciones de información. nacimiento.folgoso.com fue durante años la única Web que había sobre nuestro fantástico Belén Artesano, pero hace cinco años que ya tiene Web oficial. Hace años, por ejemplo, yo estaba con mis cámaras para “inmortalizar” momentos que nadie más recogía. Ahora, con los móviles, hay tantas cámaras por ahí que más bien hay que andar con cuidado para no acabar en una foto o grabación indeseada. Y las visitas y el debate en Internet están en las redes sociales, no en una página clásica con la que no hay interactividad. folgoso.com es algo ya obsoleto además de innecesario.
No soy ningún gurú, pero la propia Internet como la conocemos hoy, no apostaría yo porque vaya a seguir en el futuro. Para mí, desde luego, va perdiendo interés a pasos agigantados, porque por ejemplo antes veía imágenes de alguien haciendo algo “increíble” o emocionante y me sorprendía o hasta me conmovía. Ahora hay tanta información falsa, tanto teatro, tanta simulación, y tanta Inteligencia Artificial indistinguible de la Humana, que veo las cosas y no me producen ninguna sensación, porque no sé si me las puedo creer. Y visto por ejemplo lo que pasa en Estados Unidos, no va a poder confiar uno ni en los medios de comunicación acreditados.
Ni siquiera veo claro el futuro del pueblo. La población sigue mermando sin que nadie ni nada le ponga remedio…. tal vez porque no lo haya.
Y desde luego, no lo habrá si cada folgosino@ no aporta su granito de arena, dejamos los extremos y remamos juntos en una dirección constructiva.
Tomás Vega Moralejo